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Patético este Garre... / Apunte de Argárico*


MURCIA (10 mar. 2016). - Patético este Garre, amortizado y prácticamente arruinado, que intenta salir ahora por algun sitio ante su derrota moral y el rechazo de sus compañeros a sus pretensiones enfermizas de seguir enganchado a la teta de la política regional o nacional pese a su estado de salud y algunas salidas de tono durante su etapa de diputado a Cortes. Por no hablar de su inutilidad como vicepresidente de la Asamblea Regional donde solo actuaba de palmero de su jefe incuestionable, Ramón Luis. Sí, de palmero.

Corrupto pasivo a la sombra de un Valcárcel envilecido, mientras vivió del PP durante 25 años seguidos no despegó Garre los labios ni para decir mu. Y ahora, para llamar la atención de quien ya ni lo considera, va de hombre libre y suelta una 'boutade' cuando le faltaron arrestos para pasar por el juzgado de guardia y denunciar como abogado todas las fechorías de su antecesor en San Esteban en cuanto levantó el pico de la alfombra. Hubiese bastado con los casos de Corvera y Escombreras. Pero no tuvo redaños para irse al fiscal, igual que cuando Génova 13 se inclinó por 'El Cebollino", otro pueblerino más que fresco, y no dimitió como presidente de la Comunidad Autónoma por un elemental principio de dignidad política y personal.

Ningún respeto político merece, pues, este caradura y vividor de Garre, que también ensaya ahora un histrión de partido regionalista murciano con tal de justificar no reabrir su bufete de Torre-Pacheco para poder facturar, al menos, lo que se dice debe a terceros. ¿Son 25, 50 o, tal vez, 100? Ahí puede estar la clave de este ritornello pachequero, incapaz de reiniciarse a la vista de lo que parece se puede ver en un vídeo 'romántico' y cutre en el que no tengo el más mínimo interés en ejercer de 'voyeur para comprobar, dicen, un ridículo espantoso entre dos políticos del PP.

Así que este personaje no parece el más indicado para señalar a Rajoy el camino de Damasco porque el todavía Presidente ahora y, antes Aznar, le han proporcionado unos ingresos y un estatus a Garre con los que no podía ni soñar desde su empleo de abogado de pueblo aunque encontrase pronto en su vida la benefactora sombra del señor Cler, un marino mercante que hizo fortuna a base de horas de mar y posteriores negocios en su Cartagena natal. Todo un caballero, además.

Luego, esa sombra la complementó Garre acercándose de manera oportunista a Juan Ramón Calero a quien pronto abandonó para adular al nuevo César del PP murciano en busca de recompensa en forma de nómina que le duró más de un cuarto de siglo si contamos su etapa de concejal de AP. Por eso lo que tiene hace meses es un berrinche con el partido por haberlo pasado a la reserva al estar próximo a la edad de jubilación y no ser para nada creíble en sus labios la regeneración que ahora propugna.

Aunque pronto el señor Garre dió medida de su talla moral cuando, como presidente de la Región, se negó, por una banal cuestión de imagen, a abrir en verano los comedores de los colegios públicos de la Región para proporcionar alimento a escolares en riesgo serio de exclusión y a otros ya excluidos. Todo un cretino político este pretencioso descabalgado para los restos.

Por no hablar de cómo Garre entregó políticamente sin ningún rubor y mucho descaro la concesión de la televisión autonómica a una empresa próxima al PP, 'Secuoya', entónces con una deuda fiscal y un balance en estado lamentable, que ha logrado nivelar con la suma millonaria de dinero de todos los murcianos aunque haga trampa con la parrilla y las reales horas de producción, según una minoritaria asociación murciana de productores audiovisuales que lo acaba de denunciar.

Este es el que habla de regeneración y renovación generacional pero como venganza por haberlo arrebatado del pezón de su matrona, que no es otra que la derecha española más rancia y antigua de la que Garre proviene y con la que ha habitado siempre hasta que Calero se compadeció de él pese a su dudosa convicción democrática a la vista de sus declaraciones públicas a lo largo de su dilatada vida política.

En cualquier caso, Rajoy se va a ir pero no porque se lo diga un señor de Murcia al que despreció al salir del cargo sino porque no le conviene a la Corona después de como ha manejado lo de Cataluña ni a las empresas del Ibex-35 por la cantidad de dinero que les está haciendo perder con su manera de gobernar España aunque Torre-Pacheco forme parte de ella y se distinga y sea conocida, básicamente, por sus melones, señor Garre, melones y para de contar. Y eso lo saben de sobra en La Moncloa donde Garre ha causado simplemente hilaridad dentro de la tensión que se palpa, como es lógico y natural. Pero no por lo que ha dicho sino por quien lo ha dicho: un político de tercera que aspiró a jugar en Primera.

PD).- El diputado regional socialista, Jesús Navarro, ex alcalde de Calasparra, debería dar cuanto antes explicaciones, y no estar callado como un mudo, ante lo acontecido en Bullas con un presunto perista al que hace siete años, todavía como alcalde, otorgó un sueldo mensual de 1.500 euros a cambio de una colección de objetos antiguos, puede que muchos de dudosa procedencia, para un museo municipal que todavía no se ha abierto. El PSRM debería ser el primer interesado en aclarar las relaciones y el concurso de socialistas del Noroeste y familiares con el ahora investigado Benito del Amor, un modisto de altura, obsesionado con retener por sus recursos privados el más bello pasado del Mundo dentro de los muros de su propia casa en un rincón perdido de la España meridional.Todo digno de 'El Caso' y de la regresión que experimenta Murcia.

(*)Pseudónimo de un veterano periodista murciano.

La mafia se sienta a la mesa en Murcia / por Vera Mª Cubí

MURCIA (19 ab. 2015). - En plena democracia del siglo XXI un resentido Ramón Luis Valcárcel destiló anteanoche rencor y deseos de venganza con quienes desde dentro y desde fuera del PP han puesto en riesgo cierto su escaño en el Parlamento Europeo y, a la postre, apuntalado su carrera política por la vía penal al descubrir su verdadero perfil mafioso en el hemiciclo de Bruselas-Estrasburgo.

Cuentan las crónicas periodísticas de plumíferos muy afines -y eternos aspirantes a dirigir un órgano de propaganda del sistema- que Valcárcel dijo a los miembros de la Junta Directiva del PP, que respaldaron las candidaturas y analizaron la estrategia electoral, lo siguiente:

"El baile empieza ahora. Los que la han hecho la van a pagar, tanto los de dentro como los de fuera. No veáis odio en mis palabras, pero si no lo digo reviento".

Y es que esas mismas crónicas también cuentan cómo un sector de la militancia más elitista del PP de la región de Murcia no estaba en tan importante reunión y eso irritó a Valcárcel por ser nada habitual.

"¿Dónde están los que tendrían que estar aquí?", dicen se preguntó Valcárcel en un fuerte calentón.

Esa pregunta, en voz alta y para que todos la oyeran, la hizo en referencia a la ausencia manifiesta de Garre, Juan Carlos Ruíz y José Gabriel Ruíz, conspiradores natos y netos contra él en los últimos meses a cuenta de la sucesión presidencial. Esas ausencias arrastraron a otros militantes en la línea 'garrista'.

¿Estamos hablando también de la europarlamentaria cartagenera Lola Sánchez o, tal vez, del magistrado del TSJRM, Manuel Abadía, incluso del actual presidente de la Comunidad Autónoma, el calerista Alberto Garre?

¿Se refiere por si acaso al abogado regeneracionista y seráfico Diego de Ramón o al economista y ex presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Adrián Ángel Viudes, quizá incluso a la ex eurodiputada Cristina Gutiérrez-Cortines?

Con cara de odio, parece, porque ya sabe que algunos ya lo tienen cogido y que no lo soltarán hasta hacerlo moder el polvo de su más que sospechoso pasado, no se pudo contener (como él mismo ha reconocido) y cometió el error de alertar a quienes Ramón Luis considera sus verdugos, empresarios destacados y altos funcionarios del Estado incluidos, sin olvidar a otro letrado regeneracionista, José Luis Mazón, que apunta directamente a magistrados amigos de Valcárcel y que actúan como asesores aúlicos en la sombra en su calidad de estómagos agradecidos en nombre de familiares beneficiados con cargos y otras prebendas.

Derribos Cámara / por Ángel Montiel

MURCIA (26 feb. 2015). - No hay delito penal en el derribo de la Guardería de La Paz. Estupenda noticia. Los murcianos nos libramos de la vergüenza de tener un alcalde con dos imputaciones. Lo que hay, y a la vista está, es una chapuza impresionante. Otra. Aprobó el derribo de una guardería que funcionaba razonablemente bien para reinstalar a los niños en un barracón (estructura prefabricada, dicen en el Ayuntamiento) a fin de facilitar un negocio privado que la crisis truncó.

El pretexto consistía en promover la rehabilitación de un barrio sin gastar un euro público. La actuación privada, como digo, no se produjo, y la situación de la zona sigue empeorando gravemente sin que el alcalde disponga para ella de un esbozo de plan, proyecto o idea que borre su condición de gueto. Su única contribución es el añadido de un barracón tras permitir el derribo de una estructura firme. Responsabilidades penales, ninguna; políticas, todas.

Pero es marca de la casa. Cámara no dispone de una sola idea para el Yacimiento de San Esteban bajo pretexto de que es responsabilidad de la Comunidad, a pesar de que el butrón se eterniza en el mismo centro de la ciudad. Tampoco tiene ideas, y menos dinero, para la Cárcel Vieja, un espacio que haría salivar de placer a cualquier alcalde digno de ese título. De vez en cuando reedita (lo viene haciendo desde que tomó posesión) la peatonalización de Alfonso X o la construcción del recinto ferial (esto último para intentar poner un sueldo a su exconcejal de Urbanismo y compañero de imputación, Berberena, pero ni un solo paso más).

Su especialidad son los túneles y las rotondas, con especial delectación en los monstruos escultóricos inherentes a éstas más los puentes calatraveños, ese gran exceso de originalidad. Pasará a la historia por trazar un tranvía a ninguna parte que nos cuesta un millón de euros al mes tras prometer que no pondríamos en él ni un centavo y por la desestructuración del transporte público. En la apuesta por el populismo futbolero le ha salido el tiro por la culata, pues los aficionados que antes se bañaban en La Redonda ahora lo vilipendian en las pancartas, y el uso de la Vieja Condomina por el exitoso equipo de la UCAM es indicativo de que la necesidad del nuevo estadio no se basaba en la descongestión de la zona urbana sino que pendía exclusivamente del negocio urbanístico colateral por el que está imputado.

Ahora, como su colega Valcárcel, ve traidorzuelos por todas partes, sin reparar en que si la discrepancia política es traición, él mismo debería mirárselo, pues en su día contribuyó decisivamente a que su admirado Calero se quedara en la estacada. Tengo dicho que lo de menos en este alcalde es la supuesta corrupción municipal o que se haya hecho millonario en estos veinte años. No ha dejado de asistir a un solo Consejo de Administración en los que se cobra por sentarse un rato y decir que sí a todo sin necesidad de trabajar en el análisis de las actuaciones y de las cuentas y no ha desaprovechado ni un solo privilegio de los que el sistema universitario concede a la clase política para que sus integrantes puedan progresar profesionalmente sin la obligación de rendir como los realmente ejercientes.

Lo de más es la agonía de su desentendimiento, su apuesta por lo mediocre y los mediocres, su opacidad, esa sequía de ideas y la terquedad en parapetarse en la dignidad del cargo para atender sus cuitas judiciales sin preocuparle el descrédito institucional que su actitud acarrea. Mientras tanto, la ciudad sobrevive a pesar de él.

El perdón que 'el Perdón' no obtuvo / Antonio Martínez Cerezo

CANTABRIA / MURCIA (26 en. 2015). - El diario El Mundo Cantabria, en la edición del pasado sábado y en su sección 'Tribuna Historia', y el diario La Verdad, de Murcia, en su edición de hoy, han publicado un profundo artículo-ensayo del infatigable investigador murciano, resi­dente en Santander, Antonio Martínez Cerezo, que está te­niendo una gran repercusión en medios relacionados con la Semana Santa. Por su importancia para las cofradías pasionarias de la región murciana, y, muy en especial, para la del Santísimo Cristo del Perdón, lo reproducimos in extenso. El autor cuenta la historia del nacimiento de una cofradía cuya primera acción, antes de sacar una procesión, fue intentar conseguir el perdón para una condenada a muerte que tenía dos hijos menores.


El que el perdón no obtuvo

AHORA, que tanto se cuestiona la razón de ser de la Semana Santa y el papel que en ella juegan las cofradías pasionarias, yo, que no soy cofrade ni he participado en procesión alguna, me permito traer a colación un hecho sucedido a finales del siglo XIX, que tal vez sirva para aclarar el asunto y mover a la meditación.

Una cofradía pasionaria es, antes que nada, una congregación o hermandad que voluntariamente forman ciertos devotos, con autorización competente, para ejercitarse en obras de piedad. Inicialmente las formaban los Gremios para implo­rar el favor del Cielo para los del oficio. Luego, cuando a partir de los siglos XV y XVI la Iglesia reparó en la conveniencia de que los santos salieran de las iglesias en determinadas fechas y fueran pueblo con el pueblo, las procesiones se populari­zaron en todo el país con mayor o menor espiritualidad, siendo raro el pueblo que no aspirara a tener la suya, ya fuera con un solo santo o con varios, en una sola festividad o en el mayor numero de festividades posible.

Procesiones. Sí. Pero no sólo procesiones. Procesionar es a lo más a que el cofrade de una hermandad procesional aspira, algo así como su razón de ser. Pero el hecho de procesionar, limitado a un cierto día o días del año, poco sería si la Cofradía Penitencial no hiciera nada más en todo el ejercicio.

Actos litúrgicos aparte, que el agnóstico está en su derecho de no compartir, lo que en modo alguno puede negarse a las cofradías pasionarias es la misión caritativa que llevan a cabo el resto del año. Sobre todo, colectas de alimentos, vestidos y medios económicos para los necesitados. Visitas a impedidos. Regalos de Reyes para huérfanos, ancianos e incapacitados físicos y mentales. Caridad y solidaridad, en fin. Como la petición de clemencia que aquí se cuenta.

El 16 de junio de 1896, se constituyó en Murcia, en la Iglesia de San Antolín, la Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón con la fe puesta en sacar una procesión en Lunes Santo, por la tarde. Pero haciendo honor a su advocación 'El Perdón', su más pronta y decidida actuación, y tal vez la que más les honra, fue impetrar el perdón que salvara del cadalso a Josefa Gómez, feligresa de la parroquia, madre de dos menores de edad, convicta del doble crimen (por envenenamiento, de su ma­rido y una criada) que le valió el apelativo de 'la Perla Murciana' por el establecimiento que el matrimonio regentaba, donde ocurrieron los hechos.

Sin reparar en dimes y diretes, 'El Perdón' decididamente abanderó la cris­tiana causa del perdón. Con el cura párroco-presidente de la Cofradía, don Pedro González Adalid, infatigablemente a la cabeza. Pruébalo así la «Exposición a S. M. la Reina Regente», carta firmada de su puño y letra, que llegó al Palacio Real con la tinta corrida por las lágrimas que sobre ella vertieron los cofrades que, por unanimidad, la aprobaron.

Desde San Antolín, se movilizaron poderes civiles, militares y religiosos. Implorantes cartas fueron de Murcia a la Corte, tocando las fibras más sensibles de las más altas magistraturas del país. Y nada. Tres interminables años duró el calvario de la condenada a muerte (1893-1896). Desde la fecha del crimen hasta que el verdugo, llegado en tren de Albacete, tembloroso proclamó: «Ahora veremos si sirvo para esto». Pues era nuevo en el oficio.

El párroco tomó a su cargo a los dos pequeños, ocupándose de que nada les faltara. Ni techo. Ni ropa. Ni alimento. Ni educación. La Cofradía se desvivió por aliviar las horas de angustiosa espera de la que estaba en capilla, turnándose los cofrades para visitarla en la cárcel y aliviar sus horas más amargas. Mientras, el previsor Secretario de la Cofradía, don Mariano Palarea, se ocupó personalmente de comprar la tela para la hopa, negra, con una toga blanca para la cabeza. Evito al lector los escabrosos detalles, que erizan la piel y ponen los pelos de punta.

Hubo rezos. Rosarios. Misas. Colectas para asegurar la crianza y futura edu­cación de los hijos de la sentenciada a muerte. Y, llegado el caso, un entierro digno. Al fin, la ejecutada recibió cristiana sepultura el 30 de octubre de 1896, en el cementerio de Nuestro Padre Jesús, fosa número 163, zona 18. Todos los gastos corrieron por cuenta de la Cofradía, que hizo cuanto huma­namente estuvo a su alcance. Antes de sacar a la calle su primera procesión, mo­vieron cielos y tierras por salvar del garrote vil a la condenada a muerte. En vano.

Hasta aquí, la historia del perdón que 'el Perdón' no obtuvo.

Antonio Martínez Cerezo (Murcia: 1943) es escritor, historiador y academico y reside en Santander desde 1970.

'Podemos' y 'Ciudadanos' en peligro de infiltrados / un apunte de Argárico para LRSF


MURCIA (24 en. 2015). - TODAS LAS ALERTAS son pocas pero están activadas. La nueva coyuntura política propicia la labor de infiltrados en las nuevas formaciones, especialmente en 'Podemos' y 'Ciudadanos'. En la región murciana pronto se detectó a militares en la reserva y miembros vergonzantes de la casta en las primeras asambleas de la formación de Iglesias, Monedero y Errejón. Un elemental filtro los pudo controlar en su momento aunque ahora se desconoce la existencia concreta y real de policías y guardias civiles emboscados como ciudadanos disconformes. Porque seguro que los hay y bastantes más de lo que se cree.

El sistema asambleario abierto podía parecer fácil para penetrar las nuevas organizaciones, sobre todo 'Podemos' y 'Ganemos'; la segunda, en la ciudad de Murcia, ya ha sucumbido a manos de 'submarinos' de Izquierda Unida que lo habían venido intentando, sin ningún éxito, en 'Podemos' gracias a las alertas de su informal servicio interno de información y prevención. Se llegó a producir, incluso, hace semanas un incidente desagradable al tener que desenmascarar públicamente a su puntal, un oportunista pasado por las filas del PSRM e Izquierda Unida, y que va de puro en compañía de acreditados miembros de la casta en pueblos y algunos tontos útiles que le hacen coro en Murcia porque en Cartagena hace años que saben quien es y con precisión su nivel de envilecimiento y relaciones locales.

Respecto a 'Ciudadanos', el peligro viene por su derecha, desde el PP en concreto. Los primeros conflictos en nuestra región se han originado porque precandidaturas integradas por agricultores en algunas comarcas han visto el claro intento de desembarco por parte de actuales militantes y/o ex militantes del PP de Ramón Luis Valcárcel y Miguel Ángel Cámara. Otro riesgo va a venirle ahora de elementos destacados por algunos empresarios con intereses inconfesables, que lo intentarán todo para ir en las listas de la formación de Albert Rivera, a la que ya en su día se consideró un invento del CNI y de 'La Caixa'. El gran desembarco sin intencionalidad parece que proviene de gentes del antiguo CDS y el goteo de desengañados desde una UPyD en trance de desaparición.

Cascales y la UCAM se pasan de la raya / por elpajarito.es

Cascales, tras Mendoza, en un acto.
MURCIA (14 jul. 2914). - Reproducimos a continuación el editorial que el diario digital independiente murciano elpajarito.es ha publicado en su web acerca de la cesión "oculta" del Campo de Fútbol Municipal de La Raya y el Estadio de La Condomina vieja.

QUE MIGUEL Cascales, sempiterno concejal de Deportes de Murcia, es titulado en Turismo por la Universidad Católica –UCAM– no es un secreto para nadie (o es, si acaso, cómo el otrora portero de discoteca pudo conseguir el título con semejantes luces). Tampoco es un secreto que Cascales y el alcalde Cámara han puesto alfombra de plata a la UCAM en su toma progresiva de las instalaciones deportivas municipales para que esa entidad privada pueda anunciarse ahora como “la universidad del deporte” sin haber invertido un solo euro en infraestructuras deportivas, que era una de las contrapartidas que la institución que preside el iluminado José Luis Mendoza debía cumplir a cambio de los miles de metros cuadrados que cedió graciosamente el gobierno municipal del PP de Cámara. Ahora la UCAM –que ya usaba el campo municipal Mayayo para su equipo de fútbol semiprofesional– anuncia que toma posesión también del viejo estadio municipal de La Condomina para uso exclusivo de su equipo recién ascendido a Segunda B. El recinto, durante años cerrado tras la mudanza del Real Murcia al nuevo estadio, iba a convertirse, según anunciaron repetidas veces Cascales y Cámara, en un complejo deportivo de primer orden, incluida una piscina, para los vecinos de los barrios circundantes, desprovistos de instalaciones. En la pedanía de La Raya, el campo de fútbol quedó en la ruina por falta de inversiones en mantenimiento, de tal modo que hasta el presidente de la Junta Municipal, del PP, llegó a quejarse. Para sorpresa suya y de todo el vecindario, Cascales ha invertido últimamente un pastón en poner allí césped natural y arreglar los vestuarios con destino al equipo de rugby que patrocina la UCAM, según figura en la propia federación de este deporte.

Sin duda, el triunfo de la política de abarca y devora del oportunista Mendoza a través de convenios con todo quisque ha sido todo un éxito para la UCAM, que además de recibir un chorro de millones cada año en matrículas, se abastece de prebendas de todo tipo por parte de las autoridades del PP murciano, se supone que bajo promesa de salvación eterna para sus almas pecadoras. Con la última cesión, Cascales parece que se excede en su transferencia de recursos públicos y tratos de favor a la Católica. De hecho, ya ni se molesta en anunciar él mismo estas novedades. Lo hace la propia UCAM, que se está pasando de la raya desde el momento mismo en que vino al mundo para tirar de recursos públicos sin ofrecer nada más que propaganda.

La Huerta de Murcia, herida de muerte / por Enrique de Andrés Rodríguez

La Alquibla en el Camino de La Escudera (Acuarela de Zacarías Cerezo).

TODAVÍA PERMANECE
en el recuerdo el lema “Murcia, Huerta de Europa”, cuando aún estaba muy viva la huerta, era un medio de vida, una industria, no corría peligro, la propia economía que generaba hacía necesario mantener los recursos que la hacían posible, el agua y la tierra junto al trabajo y habilidad del hombre. Un agua escasa, pero bien gestionada y una tierra que era una bendición, por las condiciones geológicas y geográficas que la hacían posible, origen de un fértil valle, un río fuente de vida y de destrucción, pero que con cada riada generaba nueva vida, en una permanente regeneración de tierras, con una producción agrícola reconocida en toda Europa. Pero sobre todo una sociedad adaptada al medio, donde durante siglos, civilización tras civilización, el hombre ha luchado por lograr la mejor forma de aprovechamiento de sus recursos, acequias y azarbes, molinos, sistemas de elevación de aguas y arquitectura magníficamente adecuada al lugar.

La huerta milenaria, que hasta los años setenta había sido un recurso ejemplar y principal motivo de existencia de la ciudad de Murcia, con una red de riego que de manera sostenible, durante más de diez siglos, había sobrevivido a todos los avatares de la historia, no pudo competir con los nuevos regadíos fruto del trasvase Tajo-Segura que ahora celebra su 35 aniversario. La huerta como industria se traslada al campo de Cartagena, con unos sistemas de cultivo que hacían difícil la competencia de la vieja producción artesanal y lejos ya de la preocupación por las crecidas del río. La huerta de Murcia deja de ser negocio y el hasta entonces principal recurso económico de sus habitantes va desapareciendo de forma progresiva.

Los grandes propietarios comienzan a desprenderse de sus antiguas tierras de cultivo, que han dejado de ser rentables. Son los huertanos, con tierras arrendadas hasta entonces, los que empiezan a adquirir la propiedad de unos terrenos difíciles de amortizar como lo habían sido hasta entonces con usos agrícolas. Las zonas más cercanas a la ciudad comienzan a transformarse en nuevos crecimientos urbanos, Murcia crece hacia el norte, hacia el sur y hacia el este, la entonces nueva autovía se convierte en un muro infranqueable que limita el crecimiento hacia el oeste.

Por otro lado también en los años setenta y ochenta, con el boom del automóvil, las distancias comienzan a dejar de ser problema y el uso diario del automóvil se convierte en algo normal y generalizado. El vivir cerca del trabajo ya no es necesario. Esto, junto a una creciente moda de vivir en extrarradios, en vivienda unifamiliar con parcela ajardinada, piscina y todas las aspiraciones que ofrece el mundo moderno, se convierte para muchos en paradigma de forma de vida.

Tenemos un suelo de antigua huerta convertido en baldío, con unos costes difíciles de mantener y por otro lado una demanda de parcelas para construir los nuevos sueños de vida feliz del modelo americano. Todo estaba preparado para la transformación de los antiguos huertos en nuevas parcelas edificables.

Por otro lado la antigua tradición de cuidado y respeto a los recursos que durante siglos habían hecho posible la existencia de la huerta desaparece, el mantenimiento de infraestructuras se convierte en un problema. Las acequias se dejan de mantener, comienzan a abandonarse, a destruirse, a entubarse, a transformarse en nuevas vías asfaltadas y casi todos de acuerdo. Lo que habían sido los caminos del agua se transforman en los nuevos accesos a parcelas con posibilidad de edificación.

El siguiente mal para la huerta sería el planeamiento urbanístico. El Plan General de Murcia del 75 establecía una protección de los sistemas productivos mediante una malla definida por una red de caminos, donde se permitían pequeñas edificaciones vinculadas a la producción agrícola, protegiendo todo el interior como huerta, aunque esta normativa fue sistemáticamente incumplida. Las construcciones clandestinas se convierten en norma, toleradas por un Ayuntamiento tras otro, sin aplicar en ningún momento las establecidas sanciones que frenaran mínimamente estas malas prácticas, en un continuo y permanente intento de comprometer el apoyo del voto huertano, en gran medida a favor de la transformación.

Después de esto, si el nuevo Plan General, aprobado en el año 2001, trataba de proteger y consolidar los ámbitos de huerta heredados del anterior plan, en el año 2006, con la excusa de la adaptación del Plan a la nueva Ley del Suelo y al amparo del boom inmobiliario, la mayoría de estos ámbitos protegidos desaparecen, convirtiendo la mayor parte de huerta tradicional en suelo urbanizable con categoría especial, es decir, la mayor parte de huerta queda preparada para convertirse en ciudad.

Poco tiempo después vino la crisis, que de manera absoluta paralizó la construcción. Todo quedó a medio desarrollo, aunque lo que cayó de forma rotunda fueron las posibilidades de negocio a las que muchos aspiraban.

Mal de muchos, pero una bendición para la huerta, el freno al proceso urbanizador. A partir de aquí en algunos sectores sociales la huerta ha comenzado a verse de otra manera, como lo que siempre fue, fuente de riqueza agrícola, cultural, paisajística. Se han comenzado a recuperar huertos, a tratar de buscar nuevos recursos a través de usos tradicionales, sostenibles, ecológicos, etc.

Cuando todo parecía que se abrían posibilidades de recuperación, aparece un nuevo problema. Paralizado de momento el negocio del suelo y en un empecinamiento por parte de sus gestores de la transformación definitiva de la huerta, el nuevo negocio que se abre es el del agua. Hemos visto recientemente la venta en circunstancias dudosas y aparentemente irregulares de cinco millones de metros cúbicos de agua extraída de los canales de riego, a las poblaciones de Águilas y Mazarrón. Un agua gratuita para los huertanos, gestionada a través de la Junta de Hacendados, que han decidido que no es necesaria para la huerta, a la espera de las transformaciones previstas por el Plan General. ¿Para qué necesitamos el agua? Hagamos negocio con ella.

Desprovista de tierra y desprovista de agua, ¿podemos seguir hablando de huerta con todo lo que ello implica?, desaparición de una cultura milenaria, desaparición de la red de riego sin ninguna protección en la actualidad, rechazada su protección como bien de interés cultural por las administraciones y gestionada por un organismo como la Junta de Hacendados empeñado en hacerla desaparecer totalmente, provocando a su vez la desaparición de todo el ecosistema asociado a la huerta, de un paisaje cultural único y característico de la vega del Segura y, sobre todo, desaparición de un medio que ha dado las señas de identidad a un pueblo a lo largo de más de diez siglos.

Pues sí, sí podemos y tenemos obligación de hacerlo porque nos va la vida en ello, porque es nuestro pasado y nuestro futuro, el pasado y futuro de la ciudad de Murcia. No es solo un problema nuestro, es sobre todo de las generaciones venideras y no tenemos ningún derecho a hipotecar su vida sin que ni siquiera hayan llegado. En un momento que el Ayuntamiento quiere hacerse “inteligente” (Smart City), sostenible, que la tierra de cultivo es un bien cada día más escaso, que los transportes están comprometidos por el agotamiento de los combustibles fósiles, que empezamos a percibir de cerca las consecuencias del cambio climático, que podríamos tener el Paraíso, el Edén a la vuelta de la esquina, rechazar todo esto es de lerdos o de aquellos que ven el negocio fácil y posible a costa de la indiferencia de los demás, nosotros. La salvación de la huerta está exclusivamente en manos de quien quiera apostar por ella, de los murcianos.

Enrique de Andrés Rodríguez es arquitecto y profesor de Urbanismo y Ordenación del Territorio de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT).

Nacionalismo murciano / por Pepa Contreras

Marca panochari murciana.

La Región de Murcia es la cuarta comunidad más pobre de España, tiene la quinta mayor tasa de paro del país y es la segunda con peores resultados académicos. Si todos estos méritos no han conseguido inflamar todavía su espíritu pimentonero, he aquí un dato que le hará entonar el Canto a Murcia mientras se borda unas medias de repizco: según la última Encuesta de Población Activa, el paro entre las mujeres murcianas es de un 30,65 por ciento, nada más y nada menos que 4 puntos por encima de la media nacional. Teniendo en cuenta estas cifras, no es de extrañar que el sugerente cartel de la imagen (fotografiado ayer en la entrada de los centros comerciales de la zona Norte de Murcia) se haya convertido en una visión cotidiana en nuestras ilustres cunetas regionales. El experto en marketing que elaboró la valla ha conseguido, sin lugar a dudas, plasmar su brillante idea creativa: ‘¿Quiere usted irse de putas? Pues no lo dude y elija una furcia murciana. Son discretas, tienen clase y se bajan el tanga en menos de lo que el Tío Pencho se come un paparajote’. A eso se le llama nacionalismo, oiga. Propongo suprimir los pechos de brasileña en el Entierro de la Sardina por tetamen murciano. ¡Otra salida laboral para las féminas murcianas!

Tala masiva de árboles en la sierra de Murcia / por F. Javier de Juan Sánchez



Dos instántaneas de sierra de la Fuensanta de Murcia, la de abajo, antigua.

MURCIA (2 feb. 2014). - Desde hace un año se está llevando a cabo una 'limpieza' de árboles en la sierra de la Fuensanta (desde la Cresta del Gallo hasta el Puerto de la Cadena) con el pretexto de prevenir posibles incendios.

El motivo de mi carta es alertar del expolio que se está produciendo y que está cambiando radicalmente el entorno y el paisaje de este parque natural. Se han talado decenas de miles de árboles y piensan seguir haciéndolo durante todo el año. Se han destrozado numerosos senderos de montaña; se han abierto nuevos caminos, arrasando lo que había de vegetación a su paso.

La maquinaria que se utiliza ha destrozado laderas enteras para recoger los troncos que cortan, rompiendo la cubierta vegetal que ha tardado décadas en formarse y que, debido al clima de nuestra Región y a la ausencia de los árboles que la crearon, tal vez no vuelva a aparecer.

La Dirección General de Patrimonio Natural, -creo que así se llama el ente que ampara esa destrucción- con su director general al frente, señor Fernández, está actuando con total impunidad en un medio que es patrimonio de todos los murcianos y que se ha mantenido intacto durante mucho tiempo (llevo más de 40 años recorriendo esas montañas) y que forma parte de nuestro paisaje, que utilizamos los ciudadanos como zona de esparcimiento, y que nuestros hijos no van a poder disfrutar por determinados personajes que se creen iluminados.

En este año, declarado por Naciones Unidas 'Año internacional de los Bosques' se van a cortar decenas, tal vez cientos de miles de árboles en nuestra sierra.

¡Qué incongruencia! Aún estamos a tiempo de pararlo.

Ni en La Raya ni en Murcia puede tolerarse la impunidad de despojar y malgastar el dinero de la gente a sus espaldas

Una viñeta de Los Simpson en las tapias del campo de fútbol de La Raya ilustra el despojo de estas instalaciones a los vecinos.

LA RAYA, Murcia (28 en. 2014). - En el primer pleno del Ayuntamiento de Murcia de este año, que se celebra a partir de las diez horas del jueves, treinta de enero, el concejal de Deportes, Juventud y Turismo, Miguel Cascales Tarazona, del Partido Popular, está emplazado a responder por qué se han llevado a cabo importantes gastos para acondicionar las instalaciones deportivas municipales ubicadas en La Raya para cederlas a continuación para uso exclusivo del Club de Rugby de la UCAM.

Algo huele mal cuando tales obras de destacada importancia -arreglo de los accesos e instalación de césped natural, entre otras mejoras del campo deportivo- han sido ocultadas y llevadas a cabo a espaldas de la Junta Municipal de La Raya y del alcalde pedáneo, Juan Hernández García, de su propio partido político.

Algo huele mal cuando el mismo concejal Miguel Cascales le había negado previamente a esta Junta Municipal la posibilidad de reparar los desperfectos que sufría el campo de fútbol rayero alegando la socorrida excusa del "no hay dinero", como si al Ayuntamiento de Murcia se le evaporara la recaudación de unos impuestos y tasas que se les ha ido quintuplicando a los vecinos.

Pero no, el dinero de los impuestos no tiene la cualidad de volatilizarse, sino que, como en este caso, el Ayuntamiento de Murcia los ha usado y cedido en exclusiva y a escondidas para el uso y disfrute de unos pocos, despojando a los demás vecinos de unas instalaciones de uso público.

Algo huele mal cuando unos responsables públicos se gastan en estos tiempos un dineral en sembrar césped natural en una gran extensión de terreno para cuyo mantenimiento son precisos recursos valiosos y más dinero, que seguirán siendo a costa de los bolsillos de todos los vecinos.

No hay excusa que valga cuando se aduce que el campo de fútbol está alejado del casco urbano del pueblo, cuando los rayeros que practican este deporte seguirán viéndose obligados y empujados a integrarse en equipos de otras pedanías, como en la de la vecina Puebla de Soto, cuyo campo -este sí de césped artificial- está igualmente alejado del centro de ese pueblo.

Algo anda mal cuando se perpetra una actuación opaca de tal envergadura que implica además un derroche de recursos a lo largo del tiempo. El concejal Miguel Cascales está emplazado a responder en el pleno del jueves en La Glorieta y a la Junta Municipal le cabe la defensa de los intereses de La Raya. Al primero y a la segunda -como en la antigua mili- se les supone responsables. Ahora tienen la oportunidad de demostrarlo.

Letrero con el que han sido nombradas las instalaciones deportivas rayeras.
El césped natural del campo requerirá importantes recursos para su mantenimiento.

Noticias de Actualidad de la Murcia del PP, comentadas

MURCIA (17 dic. 2013). - Región de Murcia: 12.000 personas con derecho reconocido a prestaciones de Ley de Dependencia, sin recibir un sólo euro.

Pero ellos si que cobran toas sus perricas, para que sigan siendo igual de golfos.

Región de Murcia: 2.500 expedientes pendiente de resolución para cobrar la Renta Básica.

Pero 200 millones para un aeropuerto intrernacional-peatonal que lleva dos años terminado y sin aviones (y lo que te rondaré, morena) sí que es política de la güena rematá!

Presupuestos 2014 C.A. Región de Murcia: 3.900.000 € de aumento en ayudas a la escuela concertada-privada. En escuelas públicas se cierran aulas.

Para que sus vástagos lleguen a ser unos auténticos pijos de marca con estudios y el PP los haga altos funcionarios de la comunidad autónoma y de Caja Murcia. Y luego digan que lo público es peor que lo privado.

Presupuetos 2014 C.A. Región de Murcia. 0 € en inversiones para creación de empleo.

Los hijos de los ricos no necesitan empleo, que heredan las empresas y el patrimonio de sus padres.

Presupuestos C.A. Región de Murcia: 18 M€ para la tv murciana. Reducción 7 M€ a las partidas para Ley de Dependencia.

Para que sus payasos y perrodistas vayan maquillados y queden enfocados sus detritus.

Ojo, se puede colar un 'caimán' / Apunte de Argárico

MURCIA (14 dic. 2013). - Sería conveniente, más que eso, que los aspirantes a gestionar la nueva televisión autonómica regional murciana y, sobre todo, los que figuran en la sombra detrás de quienes aparecen formalmente delante, estuviesen fuera de toda duda. Y que la Guardia Civil y/o la Policía Nacional evacuasen informes previos a la adjudicación no vaya a ser que el narcotráfico vecino (no hay más que Alicante y Almería con costa) se colase en su gestión y así blanquease varios millones de euros a través de la tapadera de un cándido ambiciosillo y fracasado por falta de profesionalidad, arrojo y perspectiva.

Siento no poder ser más explícito pero sí lo suficiente como para pedir la máxima cautela al presidente Valcárcel y a la Mesa de Contratación de la Comunidad Autónoma antes de tomar una decisión, al margen de supuestos criterios ideológicos y económicos. Es preferible dejar desierto el concurso y esperar, que meterse en un jardín de muy difícil salida política, que acabaría con la más mínima aspiración de terminar en el Parlamento Europeo una larga (no podemos decir que brillante) trayectoria política municipal, regional y comunitaria. Y eso tampoco sería justo, todo sea dicho.

En estos casos, se tiene fácil: declarar desierto el citado concurso u optar por quien se conoce como solvente en el sector antes que por las aventuras en que te pueda meter de buen corazón un amigo sin puta idea de lo que lleva entre manos y con quien va, por muy amigo que parezca o se disfrace para la ocasión.

La Región de Murcia no está para escándalos de esta naturaleza y, además, sin comerselo ni beberselo por falta de la adecuada información. Así que la receta a seguir es citar al jefe superior de Policía y al coronel-jefe de la Comandancia de la Guardia Civil, uno tras otro (aunque presumo que la Benemérita puede ser de mayor utilidad en este caso concreto) y no mover ficha hasta estar muy seguros de que no se nos 'cuela' el caimán en forma de profesional liberal de éxito pasado y sin saber nosotros quien lleva en el 'remolque'.

Porque detrás del frailuno con lejanas referencias murcianas puede haber todo un montaje de blanqueo de actividades presuntamente ilícitas, capaces de contaminar el tramo final de la carrera política de Valcárcel y hacer que la Región pase por un ridículo más al no hacer las cosas medianamente bien.

La fotografía del actual presidente de Galicia con quien no debe, y por muy 'delfín' de Rajoy que fuese en la sombra, le ha costado ya una prometedora carrera política a Alberto Núñez Feijóo, por alternar en su día con narcotraficantes de todos conocidos allí.

Que el presidente Valcárcel no se meta ahora un gol en propia puerta a pase de quien menos se lo espera. Advertido queda de que debe hacer las cosas como obligado está a hacerlas después de veinte años de experiencia en el cargo. Apelo a nuestro común amigo Joaquín, el concejal, para que le persuada de que no se precipite porque algún insensato juegue a confundirlo a instancia de su principal adversario político interno, ese corrupto llegado de Orihuela vía Salamanca.

Fuente: Murcia Confidencial.

El "clan del Festival" / apunte de Argárico

MURCIA (9 dic. 2013). - Que se despida para siempre el pobre muchacho del Puerto, que lo tenga claro el profesor de Formación Profesional venido a más, y que no se haga más ilusiones el portero de bar de copas. Ninguno sustituirá al presidente. A tiempo parece que lo vió ese orondo alcalde de bahía irredenta, que giró su estrategia al futuro beneficio del ladrillo. O aquel joven brillante pasado por California, que ni ha querido saltar al ruedo pese a su influyente y denostado padre de la derecha murciana más dura.

Ninguno pertenece, y la mayoría no sabe ni de su existencia, al clan del Festival. Porque la clave ahora, y como siempre en el PP de Valcárcel-Carrillo, está en el paso por el Festival Internacional de Folklóre Mediterráneo, un invento del franquismo local para dar de comer mejor a las entregadas familias falangistas Fernández-Delgado y Valcárcel Mavor en base a los grandes favores prestados al Régimen. Un repaso a las hemerotecas de la prensa murciana desde los años 60 acreditará de sobra los hechos y el penoso papel, desde la extinta Diputación Provincial, del todavía impune Clemente García, en aquel tiempo.

Es de pura lógica que el sustituto de Valcárcel, si Génova 13 no lo remedia antes vía familia Calvo-Sotelo Ibáñez-Martín cerca de Rajoy, sea del clan del Festival y con el consenso de las familias Valcárcel Siso-Sánchez Carrillo. Y, hoy por hoy, todas las papeletas las tiene la holgazana parlamentaria de Belén, quien no creo que saltase inesperadamente para decir lo que dijo si no es dentro de una estrategia estudiada y calculada del clan para ir deshaciendo ilusiones de ilusos, básicamente el panoli político del Puerto, quien llegó a despedirse, políticamente se entiende, de todos sus paisanos para siempre. Hay que ser pavo.

En el caso del profesor de F.P. impuesto por la CROEM está claro que Valcárcel le ofreció el caramelo envenenado de la vicepresidencia y los recortes para achicharrarlo de cara a la sucesión, no ya entre todos los murcianos sino ante los funcionarios de la Comunidad Autónoma, que han terminado por odiarle. Se venga así Valcárcel de Clemente García, a quien no le perdona su apoyo al alcalde Cámara y sus pretensiones sucesorias mediante alianzas contranatura como la que mantiene con Sánchez Carrillo ante el acoso de jueces y fiscales.

Un gobierno caducado / por Alfonso Navarro Gavilán*

MURCIA (9 dic, 2913). - Hasta ahora, los recortes múltiples, además de su repercusión individual, han provocado un empeoramiento progresivo de la situación económica y social en nuestra Comunidad, con un resultado de devaluación global que se expresa en indicadores tan diversos como los que se refieren a los derechos laborales, paro, sanidad, educación, dependencia, retribuciones, PIB, pobreza, dificultades para llegar a final de mes, déficit, deuda...

Al entrar en debate sobre la incuestionable decadencia económica y social de la Región de Murcia, el argumentario del Gobierno regional insiste, imperturbable, en la causalidad e imputación externa de responsabilidad, con todo el disimulo y cinismo de que son capaces y tras más de dieciocho años de gobierno absoluto en esta Región.

Cuando hablan, por ejemplo, de la caída de ingresos, del fracaso reiterado respecto al objetivo de déficit o del ascenso estratosférico de la deuda, lo hacen desde lejos, con carácter descriptivo, con distanciamiento, aludiendo al hecho como si nada tuviera que ver con ellos, al estilo de Gila («alguien está matando a alguien»), como narradores ajenos a la trama.

La Región de Murcia se está convirtiendo „es ya prácticamente„ en una Comunidad, hoy por hoy, inviable económicamente, desestructurada y desvertebrada socialmente. Y no lo digo yo, lo dice el insigne protector de cementeras, cuando afirma que esta Región ha estado y está en riesgo de colapso. Muy fino el señor ministro y eso que no ha hablado realmente de lo que le pasa a nuestra autonomía, que no es otra cosa que estar en quiebra económica.

La situación es efectivamente de colapso. Una Región paralizada tras dieciocho años de Gobierno del PP, que para final de 2013 alcanzará una deuda de 5.140 millones de euros, tres veces más que en el año 2010 y que tiene previsto llegar, según datos oficiales, a los 5.800 millones de euros de deuda en 2014, que se acercarán más bien a los 6.000.

Un futuro para el Yacimiento de San Esteban de Murcia / por el arquitecto urbanista Enrique de Andrés Rodríguez



No valen excusas económicas, cuando las inversiones necesarias no superan las que la Administración destina a mantener un zoológico apócrifo o montar un festival de dos días

MURCIA (13 jul. 2013). - Cada vez se hace más difícil hablar del Yacimiento de San Esteban sin repetirse. Algo que no debería ser complicado, como es su puesta en valor, se ha enrarecido por la obstinación de algunos de los actores encargados de tomar decisiones. Después de tantas muestras unánimes de la voluntad ciudadana, que fácil sería llegar a una situación de consenso en cómo actuar. Me pregunto por los motivos y entiendo que, al igual que pasó cuando se paralizaron las obras de desmontaje del yacimiento, sin conflicto ni siquiera se acepta el diálogo.

Quizás no se han explicado bien los valores que representa el arrabal aparecido; quizás hay que repetir que el yacimiento, por sí mismo, pondría a Murcia en el lugar que le corresponde en los libros de historia cuando tratan del periodo de Al-Ándalus de los siglos XII y XIII; quizás habrá que insistir en que no existe ejemplo conservado de un trazado urbano similar en esa etapa; quizás también sea oportuno rememorar que la ciudad de Murcia en ese momento tenía una ingeniería hidráulica urbana que no sería superada hasta ocho siglos después, recordar que esas calles aparecidas posiblemente fueron recorridas por los grandes reyes andalusíes Ibn Mardanis, el rey Lobo que convirtió la ciudad en la capital de Al-Ándalus, llegando a conseguir que su moneda fuera referente en toda Europa, que creó una compleja red hidrológica de acequias, azudes, norias, acueductos, predecesora del actual sistema de regadíos de la huerta, que fue en esa época cuando aparece en Murcia el cultivo de la seda, la fabricación de papel, e incluso una especie de fideos de pasta, llamados aletría. Posiblemente también pasó por esas calles Ibn Hud, que lideró el último periodo de esplendor de la Murcia andalusí, y Alfonso X cuando entró en Murcia en 1243 siendo aún infante, enamorándose de la ciudad hasta el punto de decidir ser enterrado en ella, aunque al final solo viniera su corazón.

Es mucho lo que queda por investigar, por estudiar y posiblemente por descubrir en esta inesperada puerta al pasado murciano. Varias asociaciones implicadas en la defensa del patrimonio, grupos políticos, instituciones, Universidad, han asumido y reclaman de forma unánime la necesidad de poner en valor el yacimiento.

¿Cómo es posible que pueda negarse esta evidencia? En un momento en que la ciudad se encuentra atrapada en una situación agónica, es difícil comprender la incapacidad, por parte de las Administraciones Públicas, de percibir la posibilidad de crear nuevas vías de crecimiento y reconocimiento a través de la cultura y de un pasado esplendoroso, se hace difícil comprender la condena de lo hallado al olvido.

Tal vez el mayor obstáculo esté en asumir las señas de identidad que suponen el Arrabal de la Arrixaca, una Murcia donde se gestaba la cultura, la economía, la música, la filosofía de un periodo brillante del universo andalusí, un emirato capaz de enfrentarse y frenar los radicalismos fundamentalistas almohades, con un entendimiento propio de los valores humanos, producto de varios siglos de mestizaje mediterráneo, que hechizó al Rey Sabio.

Hace unos días, la asociación Huermur convocó una reunión, con una amplia representación de actores implicados en la ciudad. Hicieron caso omiso de la invitación las Administraciones local y regional, precisamente quienes tienen capacidad para tomar decisiones. Para qué escuchar a los ciudadanos, si tienen muy claro prioridades e intereses. Participación, cohesión social, consenso son palabras cada vez más alejadas del léxico del poder.

Pues bien, aquel foro dio como fruto una serie de propuestas que todos los participantes asumieron porque, precisamente, habían nacido del consenso ciudadano, del diálogo, de la puesta en común. Las propuestas tenían como base el conocimiento y comprensión del propio yacimiento, el rigor científico de las investigaciones y trabajos realizados, el cumplimiento de la legislación que le corresponde por ser Bien de Interés Cultural (BIC), la oportunidad de planificar la ciudad brindándole un futuro de acuerdo a las posibilidades que ofrece su pasado andalusí, enlazando y poniendo en valor todos los monumentos existentes y la propia Huerta, el no apresurarse en la intervención, el planificar el gasto de forma asumible, el simultanear los trabajos de investigación con la exhibición de las riquezas descubiertas, el planificar la excavación y su puesta en valor en sucesivas fases, el utilizar los medios necesarios para difundir las grandezas de este hallazgo de manera que formen parte de nuestra cultura y señas de identidad, etc. En definitiva, en no negar con el entierro y el olvido uno de los mejores recursos de futuro que se nos presenta, asumiendo la imprescindible comprensión y voluntad política que esto requiere.

No valen excusas económicas, cuando las inversiones necesarias no superan las que la Administración destina a mantener un zoológico apócrifo o el montar un festival de un par de días. Muchos pensamos que lo que falta es esa voluntad que reclamamos y falta por la ceguera ante la rentabilidad social y política que puede derivarse de esta iniciativa.

Recordar por último que habrá que ser muy prudente en la toma de decisiones sobre el yacimiento. Ya no solo es valedor del mismo el clamor popular que impulsó la paralización de las obras de desmontaje; ahora, siendo BIC, estando protegido por la Ley, los propietarios y responsables somos el conjunto de la ciudadanía.

Enrique de Andrés es portavoz de la Comisión de Patrimonio del Colegio Oficial de Arquitectos de Murcia (COAMU).

Mendoza lo tiene crudo con Francisco / Apunte de Argárico

MURCIA (24 mar 2013). - La farsa del valenciano disfrazado de cartagenero, José Luis Mendoza, parece que ya se acerca a su fin. Si en los últimos tiempos del dúo Benedicto XVI-Bertone las cosas se le tornaron hostiles, con su aparición pública incluso en los escándalos vaticanos, hasta tener enfrente a la Nunciatura en Madrid y mucha peor entrada en la diócesis de Cartagena, la elección de un Papa del corte de Francisco I, jesuita y algo más que muy bien visto en Wall Street, hace presagiar la pronta conclusión de su chiringuito-negocio de Guadalupe, en nombre de Jesús y de la Iglesia Católica, en los próximos meses.

Los planes excelsos para el Vaticano por quienes han hecho posible desde fuera de los muros vaticanos el ascenso del cardenal Bergoglio, con el fin de reformar a fondo la estructura para hacer posible su gobierno como si de una gran empresa multinacional se tratase, no cuentan para nada con oportunistas outsider como Mendoza, con indeseables apoyos hasta ahora en la curia romana a cambio de prebendas en una especie de nueva simonía a cambio de pretender desamortizar a la Diócesis de Cartagena, aspecto muy pronto detectado y combatido por el anterior obispo Reig Pla.

Miedo al derrumbe murciano

Ramón Luis Valcárcel, el sultán de la taifa.

MURCIA (19 mar- 2013). - La deuda pública de la Comunidad Autónoma se ha disparado algo más del sesenta por ciento en el pasado año, como se ha hecho oficial, lo que ha producido temor e indignación en amplios sectores de la vida económica, social y civil, que viene con harta frecuencia recibiendo pésimas noticias que sitúan a la Región como la que más problemas tiene sobre el resto de las españolas y una de las pobres de Europa, y que influye negativamente en otros centros neurálgicos que pasan por delicadas situaciones por una crisis que se agranda día a día, sin que el Gobierno regional se mueva eficazmente, y el presidente Valcárcel y su consejero de Hacienda y Economía reaccionen correctamente, a pesar de que la deuda activa escaló hasta el último pasado mes de diciembre, la astronómica cifra de 4.628 millones de euros, equivaletes al Presupuesto anual de gastos de la Comunidad.

Los responsables políticos y sus deficientes asesores se ven incapacitados para reaccionar mientras tanto tratan de responsabilidad al ministro de Hacienda Montoro , y al propio presidente del Gobierno central Rajoy, por las exigencias que han impuesto a Murcia, en una estéril polémica de cifras que carece de veracidad contable, porque además, el endeudamiento llega a los 3.l38 euros por cada murciano, más del doble que hace dos años, por peticiones de préstamos para frenar la caida de ingresos, que sistemáticamente se vienen dando debido a la lamentable situación financiera en sus movimiento sobre todos en ingresos.

En los próximos días llegarán a Murcia técnicos e inspectores del ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, como ha ocurrido en Valencia. Si fuera así, sería probable un rescate o en el mejor de los casos una intervención que de facto ya se está produciendo, y que afecta las relaciones del presidente regional con la señora de Cospedal, que según ha trascendido ha llamado paleto a Valcárcel en conversaciones de partido, por la intensa y negativa problemática murciana, incluyendo el feo y virulento tema del agua. El caso es que la región murciana anda metida en un atolladero de imprevisibles consecuencias para una Comunidad Autónoma que va dando tumbos, víctima de los errores, los despilfarros y desorientación en la gestiones de un gobierno seco en ideas y soluciones, y la mejorable preparación de sus gobernantes.

Algo tendrán que hacer y pronto. Habrá más recortes, más deudas y mayor incompetencia. Y así mismo una larga lista de dimisiones y ceses, porque no podemos resistir más con este equipo que ha convertido a Murcia en un espectáculo que da una pésima imagen de los murcianos, aunque lo oculten los medios del pesebre, porque parece que aquí no sucede nada, un paraiso como fue hasta ayer Cataluña, escenario de una película de policias, jueces, fiscales y ladrones.

Génova 13 trata de impedir una guerra civil en el PP de la Región de Murcia / apunte de Argárico

EL INFORME del fiscal Lozano y la distancia tomada por el juez instructor del 'caso Umbra' reflejan indirectamente el larvado conflicto interno en el seno del PPRM. Frente a la situación en que ha quedado el alcalde de Murcia, Cámara, tras saberse todo lo que ha hecho mediante un muy debilitado diario La Verdad y un muy calculado silencio, esta vez, del diario La Opinión, en el tema de Nueva Condomina, el casi aislado 'clan Valcárcel' asiste impaciente a la defenestración difícil del regidor municipal, que da por cantada algo prematuramente el poco aledaño político que hoy le queda al presidente de la Comunidad Autónoma, incluido el mediocre e inútil del vicepresidente y consejero de Economía, Bernal, quien ya se ve a sí mismo de inesperado sucesor en San Esteban ante los insistentes e intencionados rumores de un inmediato escándalo político protagonizado por el hermano listo del presidente.

Génova 13 ha detectado a tiempo el riesgo de guerra civil interna en el PP murciano y no piensa apretar en el tema del alcalde para que dimita si, finalmente, fuese procesado. Si fuese condenado sería otra cosa pero, en el ecuador de su actual mandato, Cámara juega con el tiempo a su favor, y le sobra para acabar legislatura municipal, de cara a una hipotética sentencia firme. Si un eventual sucesor estuviese ya frotándose las manos, cosa que no creo en personas medianamente inteligentes, que se lo tome con calma y deje de calentar en la banda porque la cosa no parece inminente.

Enmedio de todo, y con pasos firmes, silenciosos y calculados, el diputado García-Legaz, hombre de Aznar sobre el terreno postulándose como herramienta en una eventual necesidad de recambio al frente del partido y de la Comunidad Autónoma por la precipitación de las condiciones sucesorias en ambas instancias y para cortar el paso y disuadir a Cámara de que opte a ocupar el sillón de San Esteban y la presidencia del PPRM.

De hecho, el diputado madrileño por Murcia pero oriundo del Campo de Cartagena, y técnico comercial del Estado, lleva meses cultivando el jardín de los más poderosos de la Región para conquistar su favor y apoyo incondicional en caso de necesidad política. Ahí está la muy reciente medalla de oro concedida al chacinero de Alhama y el acercamiento a la UCAM revestido con la túnica de ortodoxo de FAES como buen ultraliberal español de obediencia tejana.

Mientras tanto, Cámara, secretario regional del PPRM, mueve sus peones con ayuda del jefe de su estado mayor y concejal del Ayuntamiento de Murcia, José Cosme Ruíz García, proveniente de la muy corrupta Orihuela, como el propio alcalde, hasta llegar a comprar los favores de un digital huertano y establecer censuras a plumas pendientes todavía de ajustar cuentas a Cámara desde su histórica traición a Calero.

El alcalde de Murcia tendrá que dejar el cargo si se lo pide su partido, una vez sea procesado por el juez

Miguel Ángel Cámara al acudir ante el juez para declarar como imputado, sumándose así a los numerosos escándalos de corrupción que desde hace años salpican al PP de Murcia, del que es secretario general. (Foto: Israel Sánchez).

MURCIA (14 en. 2013). - El imputado alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, tendrá que dejar su cargo si finalmente es procesado y se lo pide su partido -el PPRM-, del que es su secretario regional. O bien el propio presidente del partido y de la Comunidad Autónoma, Ramón Luis Valcárcel, o bien un enviado directamente por Génova 13, como se hizo con el ex presidente valenciano Francisco Camps, tendrá encomendada la penosa tarea de arrancarle una dimisión que solo está en su mano decidir, según fuentes de la sede regional del PP.

Enrrocado por consejo, al parecer, del ex concejal Antonio Sánchez Carrillo, todavía presidente del Comité Electoral Regional del PP, vicepresidente de Caja Murcia, ex consejero de la CAM y hombre de las finanzas del partido, hoy alejado sino enfrentado con sus amigos de siempre, los hermanos Valcárcel -Carlos y Ramón Luis-, el alcalde de Murcia parece dispuesto a aguantar hasta el último minuto los embates de la Fiscalía Anticorrupción y de la cúpula de su partido sin olvidar las propias de la opsición del PSOE, de IU-Verdes e UPyD.

Rodeado de sus fieles, la gran mayoría de los actuales concejales del PP en el Ayuntamiento de Murcia, y con el apoyo expreso de Sánchez Carrillo y su esposa, la pedánea de Patiño, Miguel Ángel Cámara se apresta no obstante a una resistencia numantina con el objetivo de concluir su actual mandato en espera de mejores vientos y de la ya muy cantada caída de Valcárcel y toda su pirámide de poder pese al ciego apoyo de la burocracia de Génova 13 como seguro para la victoria electoral en la Región de Murcia.

Alberga, incluso, la esperanza de ser el candidato a San Esteban en los próximos comicios autonómicos con el apoyo de un 'aparato' controlado por el citado ex concejal. Y de que le sustituya en La Glorieta el actual consejero José Ballesta, ex rector de la Universidad de Murcia... y conocido traidor político. Y es así porque antes de caer, si llega a caer, Cámara está dispuesto a desatar una guerra civil en el seno del PPRM aprovechando el descontento generalizado de la derecha murciana por la excesiva prolongación de Valcárcel en el poder.

Lo que sucede es que el informe del fiscal Lozano parece bastante incuestionable desde el punto de vista penal y, también político, como consecuencia de lo anterior. Cámara se ha encerrado en su defensa con el único argumento de que actuó en base a los informes técnicos y jurídicos de los funcionarios municipales (algunos no constan en ningún sitio) mientras la Fiscalía detalla un cúmulo de supuestas ilegalidades, a partir de una previa decisión política, que Cámara tiene más que difícil de desmontar si llega a ser procesado.

Los antecedentes de Valencia y Orense no parecen, además, que jueguen a su favor en Madrid.

Valcárcel y los atormentados / por Patricio Hernández

ME ATORMENTA finalizar una etapa y decir: "Yo quería dar un giro de 180 grados y ha sido de 360. Pero no se han perdido diecisiete años". Estas son las palabras de Valcárcel publicadas en el diario La Verdad, del 16 de diciembre pasado. El hombre que ha dispuesto del mayor poder y responsabilidad, que ha conseguido el más amplio apoyo popular conocido en democracia en España, parece que flaquea y duda en una alarde de humana sinceridad.

Lo dice en un momento en que vuelve intensamente la sensación de final de ciclo, de que –aun sin elecciones a la vista y a pesar de la crónica debilidad de la oposición- se impone la idea de que esto no da más de sí, que hemos entrado en la fase agónica y no cabe ya reinvención de un proyecto definitivamente agotado. La commedia è finita.

Se han acumulado demasiados signos inequívocos: los mazazos judiciales a la legislación urbanística regional que descomponen la trama legal del ciclo especulativo del ladrillo; la intervención práctica del último actor financiero regional que ha protagonizado este periodo (Cajamurcia, ahora BMN, y antes lo fue la CAM); las evidencias sobre la extensión sistémica de la corrupción política que ha acompañado la burbuja inmobiliaria y la imposibilidad del PP de separarse como partido de ella (como ha resuelto la Audiencia Provincial al señalar que podría incluso exigírsele responsabilidad por la mala elección de alcaldes y falta de vigilancia de su actuación); las dificultades objetivas que dilatan o bloquean la mayor parte de los macroproyectos regionales que eran el "arma final" de las esperanzas del gobierno (ilegalizada Marina de Cope; impotentes para desbloquear el aeropuerto de Corvera; frustrado Contentpolis; retrasada otra vez la regeneración de Portman; sin financiación para el parque Paramount; lentitud e incertidumbre sobre el macropuerto de El Gorguel; o pobres expectativas sobre la inconcreta llegada de ese tren clasista que es el AVE; etc.); y la renuncia a obtener resultados en los dos asuntos que han constituido el alma del discurso regional del PP y su seña de identidad reivindicativa (y victimista) ante el gobierno de Madrid: la mejora de la financiación regional y la llegada de agua a través de nuevos trasvases.

Pero es sobre todo los efectos de la crisis y las políticas que se plantean para afrontarla las que están erosionando muy fuertemente el apoyo social y electoral a Valcárcel y su partido, como empiezan a señalar las encuestas que apuntan hacia ese fin de ciclo (como ese 60% de los murcianos -encuesta de CSA Consultores- que quiere que Valcárcel se vaya cuanto antes).

Porque frente al pobre balance del período que presentan los voceros del gobierno -apenas una referencia exageradamente optimista a la construcción de infraestructuras terrestres (carreteras y autovías) y mejoras en instalaciones sanitarias- se impone dramáticamente el abismo social que ha abierto la crisis y las políticas de ajuste que la están profundizando.

Es el paro masivo, la extensión acelerada de la pobreza y la precarización general de la vida de los ciudadanos, unido a los recortes de todos los niveles de gobierno que implica importantes reducciones de los salarios directos pero también de los indirectos (el salario social que suponen las prestaciones y los servicios públicos gratuitos, ahora suprimidos o sujetos a pago), junto a la convicción extendida de que los sacrificios de la crisis están injustamente repartidos, los que pesan sobre la conciencia popular y están arruinando el crédito del PP.

Es aquí donde hay que buscar a los auténticos atormentados de la región -que no son Valcárcel ni los dirigentes del PP murciano-, entre las víctimas regionales de una crisis que aquí es más grave por la dependencia del monocultivo del ladrillo de estos años. Son una parte muy importante de los habitantes de la región que están siendo empujados a situaciones imposibles que cada vez están más cerca de provocar un auténtico estallido social.

Estamos hablando de los 215.600 parados de la EPA regional (cuando llegó Valcárcel al gobierno en 1995, en otra crisis, eran 98.300); de las 77.000 familias con todos sus miembros en paro; del 35,9% de población de la región que está en riesgo de pobreza y exclusión (530.000 personas según el indicador europeo AROPE); de casi la mitad de los murcianos (47,7%) que viven en situación de precariedad (familias cuyos ingresos en su conjunto son iguales o inferiores a 12.000 euros brutos al año, según los cálculos de Gestha); de las familias en procedimiento de desahucio que no paran de crecer y que sólo en los primeros nueve meses de este año eran ya 865; de la mitad de los jóvenes activos sin empleo; de las bajas pensiones regionales que ahora soportan cargas familiares; etc.

Queda una última burbuja por pinchar, que es política, y ya se está desinflando. Porque lo que los murcianos necesitamos es creer en un nuevo posible y ese no puede venir de la mano de los que nos han traído hasta aquí y nos han arrebatado cualquier confianza en el futuro. Han sido muchos, pero entre ellos tiene la más alta responsabilidad el partido que recibió el mayor caudal de esperanza otorgado a nadie en la región y que ha defraudado por completo.

Patricio Hernández es presidente del Foro Ciudadano de la Región de Murcia.