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El cronista Franco Manzano escribe sobre los inicios del enfrentamiento entre los Soto-Puxmarín y los Riquelme

En un artículo publicado en el diario La Opinión de Murcia titulado Provisiones reales de Juana I de Castilla

J.J. Franco Manzano.
LA RAYA, Murcia (20 feb. 2016). - Juan José Franco Manzano, cronista oficial de Puebla de Soto, publica en su sección El Lugarico, del diario La Opinión de Murcia, de hoy, un artículo sobre unas reales órdenes de la reina Juana I de Castilla datadas en 1510, referidas a unas denuncias contra el regidor Pedro de Soto y la madre de éste, viuda del comendador Rodrigo de Soto y señora de La Puebla, Catalina de Cascales, que corresponden a los inicios del enfrentamiento entre los Soto-Puxmarín y los Riquelme de Murcia; así como la real provisión de 1515 para proceder contra Rodrigo Puxmarín y Soto, hijo de Francisca de Soto y fundador del lugar de La Raya, que, por su interés, reproducimos a continuación:

La primera orden real fue decretada por la reina Juana I, en Salamanca, el 23 de enero de 1506, firmado también por su padre, Fernando 'el Católico' y Felipe I de Austria, trata de una orden al regidor de Murcia para que resuelva una denuncia de Antón Abellán contra el regidor Pedro de Soto, hijo de la señora de La Puebla, al que acusa de dañar las heredades de la huerta con su ganado «cabruno», en incumplir las leyes de su carnicería de su lugar de La Puebla ('Documentos de Juana I de Castilla y el Rº de Murcia', de Antonio Gomariz Marín).

El segundo mandato de la reina, con otra provisión real -Madrid, 18 de abril de 1510– «emplaza a Dª Catalina de Cascales, Sra. de La Puebla de Murcia» y viuda del comendador Rodrigo de Soto, para que explique la razones por las que ha demandado a los hijos del difunto regidor Martín Riquelme ante la justicia eclesiástica del arzobispado de Valencia (Rodrigo de Borja), por muchos agravios de estos, «con las muertes, escándalos y derribos de casas en la dicha çibdad», que perjudicaron a sus hijos «menores y huérfanos», y por la que se dan cartas de excomunión. Se puede entrever, leyendo el documento, que son los inicios de la fuerte lucha entre Riquelmes y Sotos por el poder social en Murcia, y que seguirán durante los reinados de Carlos I y Felipe II.

El 25 de mayo, en Madrid, reitera en una «sobrecarta» al corregidor que debe cumplir Dña. Catalina de Cascales la orden anterior de hace un mes y por el mismo motivo. Se da una amenaza para la señora de La Puebla: «Mandeys de mi parte, e yo por la presente, le mando a la dicha Cathalina de Cascales, que dentro de veynte días primeros siguientes? se presentase ante mí, en el Consejo Real, como dicho es que vos de fianças de lo asy hazer e conplir, vos mando que le prendays e cuerpo a la dicha Cathalina e presa. A buen recabdo, la enviad ante mí, al mi consejo, en la mi Corte y encarcelada, e no se parta de ella syn mi licencia e mandado, so la dicha pena».

No sabemos si ante la reina 'Loca' Catalina de Cascales tuvo algún tipo de castigo o S.M. y su consejo la consideraron inocente. Ya que en la siguiente provisión real, dada el 8 de junio de 1510, en Madrid, emplaza ante el Consejo Real a los herederos del regidor Martín Riquelme, en seguimiento con las sentencias dadas, contra Catalina de Cascales, madre del citado regidor Pedro de Soto.

Se consideran las sentencias contra Catalina muy injustas y por ello las va a revocar, hasta la sentencia definitiva. La parte sentenciada trae unas pruebas irrefutables ante la reina, por lo que tendrían que alegar y, además, pagar 10.000 maravedíes.

En este grave contencioso estaba también involucrado D. Juan de Ayala, señor de Albudeite, por considerar que la pena de este era muy liviana. Estamos ante el inicio del grave enfrentamiento (peleas, asesinatos, inquisición, etc.), entre el linaje Soto-Puxmarín contra los Riquelme y en los que la «sucia sangre judía o morisca», será utilizada como arma arrojadiza, para conseguir el poder y defenestrar al enemigo.

Por ello, el 23 de julio de 1510, en Madrid, se le requieren las costas del pleito a Catalina Cascales por la demanda de Diego Riquelme y la madre de Carlos I, rey emperador, ordena a su consejo estudie las diferentes demandas y litigios, y la pague el que decida el órgano competente. También, que el corregidor haga que se ejecuten las sentencias dictadas por el licenciado Juan Ortiz de Zárate.

No solo por la muerte del regidor Martín Riquelme sino también por las mutilaciones de su hija Ángela –que le cortaron una mano (Burgos, 19 de noviembre de 1511)–. Habría de pagar a los hijos del asesinado y a la mutilada Ángela Riquelme 200.000 maravedíes, pues no se había podido ejecutar por irse al sitio de Orán, el licenciado Zárate.

En Segovia, el 7 de septiembre de 1515, hay una provisión real, para Ortiz de Zárate, ya alcalde de Murcia, para proceder contra Rodrigo Puxmarín y Soto (hijo de Francisca de Soto), señor de La Puebla y futuro fundador de La Raya de Santiago, en 1545, por atacar a un alguacil con la espada y liberar a un preso que llevaba y que huyó a un lugar perteneciente al obispo de Cartagena: Alcantarilla.

Cascales y la UCAM se pasan de la raya / por elpajarito.es

Cascales, tras Mendoza, en un acto.
MURCIA (14 jul. 2914). - Reproducimos a continuación el editorial que el diario digital independiente murciano elpajarito.es ha publicado en su web acerca de la cesión "oculta" del Campo de Fútbol Municipal de La Raya y el Estadio de La Condomina vieja.

QUE MIGUEL Cascales, sempiterno concejal de Deportes de Murcia, es titulado en Turismo por la Universidad Católica –UCAM– no es un secreto para nadie (o es, si acaso, cómo el otrora portero de discoteca pudo conseguir el título con semejantes luces). Tampoco es un secreto que Cascales y el alcalde Cámara han puesto alfombra de plata a la UCAM en su toma progresiva de las instalaciones deportivas municipales para que esa entidad privada pueda anunciarse ahora como “la universidad del deporte” sin haber invertido un solo euro en infraestructuras deportivas, que era una de las contrapartidas que la institución que preside el iluminado José Luis Mendoza debía cumplir a cambio de los miles de metros cuadrados que cedió graciosamente el gobierno municipal del PP de Cámara. Ahora la UCAM –que ya usaba el campo municipal Mayayo para su equipo de fútbol semiprofesional– anuncia que toma posesión también del viejo estadio municipal de La Condomina para uso exclusivo de su equipo recién ascendido a Segunda B. El recinto, durante años cerrado tras la mudanza del Real Murcia al nuevo estadio, iba a convertirse, según anunciaron repetidas veces Cascales y Cámara, en un complejo deportivo de primer orden, incluida una piscina, para los vecinos de los barrios circundantes, desprovistos de instalaciones. En la pedanía de La Raya, el campo de fútbol quedó en la ruina por falta de inversiones en mantenimiento, de tal modo que hasta el presidente de la Junta Municipal, del PP, llegó a quejarse. Para sorpresa suya y de todo el vecindario, Cascales ha invertido últimamente un pastón en poner allí césped natural y arreglar los vestuarios con destino al equipo de rugby que patrocina la UCAM, según figura en la propia federación de este deporte.

Sin duda, el triunfo de la política de abarca y devora del oportunista Mendoza a través de convenios con todo quisque ha sido todo un éxito para la UCAM, que además de recibir un chorro de millones cada año en matrículas, se abastece de prebendas de todo tipo por parte de las autoridades del PP murciano, se supone que bajo promesa de salvación eterna para sus almas pecadoras. Con la última cesión, Cascales parece que se excede en su transferencia de recursos públicos y tratos de favor a la Católica. De hecho, ya ni se molesta en anunciar él mismo estas novedades. Lo hace la propia UCAM, que se está pasando de la raya desde el momento mismo en que vino al mundo para tirar de recursos públicos sin ofrecer nada más que propaganda.

Ni en La Raya ni en Murcia puede tolerarse la impunidad de despojar y malgastar el dinero de la gente a sus espaldas

Una viñeta de Los Simpson en las tapias del campo de fútbol de La Raya ilustra el despojo de estas instalaciones a los vecinos.

LA RAYA, Murcia (28 en. 2014). - En el primer pleno del Ayuntamiento de Murcia de este año, que se celebra a partir de las diez horas del jueves, treinta de enero, el concejal de Deportes, Juventud y Turismo, Miguel Cascales Tarazona, del Partido Popular, está emplazado a responder por qué se han llevado a cabo importantes gastos para acondicionar las instalaciones deportivas municipales ubicadas en La Raya para cederlas a continuación para uso exclusivo del Club de Rugby de la UCAM.

Algo huele mal cuando tales obras de destacada importancia -arreglo de los accesos e instalación de césped natural, entre otras mejoras del campo deportivo- han sido ocultadas y llevadas a cabo a espaldas de la Junta Municipal de La Raya y del alcalde pedáneo, Juan Hernández García, de su propio partido político.

Algo huele mal cuando el mismo concejal Miguel Cascales le había negado previamente a esta Junta Municipal la posibilidad de reparar los desperfectos que sufría el campo de fútbol rayero alegando la socorrida excusa del "no hay dinero", como si al Ayuntamiento de Murcia se le evaporara la recaudación de unos impuestos y tasas que se les ha ido quintuplicando a los vecinos.

Pero no, el dinero de los impuestos no tiene la cualidad de volatilizarse, sino que, como en este caso, el Ayuntamiento de Murcia los ha usado y cedido en exclusiva y a escondidas para el uso y disfrute de unos pocos, despojando a los demás vecinos de unas instalaciones de uso público.

Algo huele mal cuando unos responsables públicos se gastan en estos tiempos un dineral en sembrar césped natural en una gran extensión de terreno para cuyo mantenimiento son precisos recursos valiosos y más dinero, que seguirán siendo a costa de los bolsillos de todos los vecinos.

No hay excusa que valga cuando se aduce que el campo de fútbol está alejado del casco urbano del pueblo, cuando los rayeros que practican este deporte seguirán viéndose obligados y empujados a integrarse en equipos de otras pedanías, como en la de la vecina Puebla de Soto, cuyo campo -este sí de césped artificial- está igualmente alejado del centro de ese pueblo.

Algo anda mal cuando se perpetra una actuación opaca de tal envergadura que implica además un derroche de recursos a lo largo del tiempo. El concejal Miguel Cascales está emplazado a responder en el pleno del jueves en La Glorieta y a la Junta Municipal le cabe la defensa de los intereses de La Raya. Al primero y a la segunda -como en la antigua mili- se les supone responsables. Ahora tienen la oportunidad de demostrarlo.

Letrero con el que han sido nombradas las instalaciones deportivas rayeras.
El césped natural del campo requerirá importantes recursos para su mantenimiento.

La iglesia de la Encarnación de La Raya, restaurada / por Juan José Franco Manzano

LA RAYA, Murcia (29 nov. 2013). - Juan José Franco Manzano, cronista correspondiente de Puebla de Soto, publicaba el pasado día veintidós en el diario La Opinión, de Murcia, un artículo en torno al templo parroquial de la pedanía de La Raya que, por su interés informativo, cultural, artístico y documental reproducimos a continuación,

TRAS AÑOS de lucha y donaciones por parte de los feligreses para la rehabilitación y restauración integral de la iglesia de la Encarnación de La Raya, el pasado mes de julio el obispo de Cartagena inauguraba y volvía a bendecir la centenaria iglesia de esta pedanía, que ha quedado sensacional y muy bella. El edificio comenzó a rehabilitarse hace varios años y se hizo en dos fases no exentas de problemas económicos por la crisis que nos acucia. Así comenzaron por la torre, tejados, suelo -de mármol blanco de Macael-, zócalos, cúpulas, capIllas, sacristía y salón parroquial; con la ayuda y colaboración de los feligreses y entidades culturales rayeras, y las subvenciones de la consejería de Cultura, Obispado de Cartagena y el ayuntamiento de Murcia.

Decorada maravillosamente y con buen gusto, bajo la suprevisión de los técnicos y del párroco, Tomás Gómez, excelente pintor ceheginero, que se ha encargado de realizar las pinturas murales de la cúpula, baptisterio y remate superior del retablo; todo en un estilo neobarroco con un carácter clasicista, de gran colorido y elegancia.

En fin, una excelente y armónica rehabilitación, relizada con una espléndida iluminación. Pero volviendo la vista atrás 114 años, sé, por hemeroteca, que el templo fue inaugurado y bendecido por el obispo de Cartagena Tomás Bryan Livermore, con numerosos sacerdotes, en la primavera de 1899, y que en una amplia página nos narra el periódico El Liberal: "Tras la solemne misa cantada, se organizó la procesión encabezada por la cruz parroquial y ciriales, seguidos de los estandartes de las diferentes cofradías y una gran cantidad de señoras alumbrando y el paso de los tronos de la Virgen de la Anunciación -la excelsa patrona y titular-, San Roque (De F. Salzillo y copatrón), San José, San Antonio (Salzillo, 1765), Ntra. Sra. del Rosario y la Divina Pastora, con muchos caballeros con blandones y cerrando el cortejo, el señor Obispo, con los sacerdotes, monaguillos y las autoridades civiles, con la banda de música..." Se construyó esta iglesia en "estilo neocuatrocentista" cercana al círculo del gran arquitecto Ramón Berenguer y con un interior inequívocamente barroco murciano, derivado de la Contrarreforma; con esquema de cruz latina, amplio crucero con cúpula y capillas laterales más bajas que la nave central, además de pilastras con decoración compuesta y molduras eclécticas. El retablo mayor -el de los inicios del siglo XVIII y que fue adaptado al nuevo presbiterio-, ha quedado armonioso y elegante, con decoración en la parte inferior, la que se tuvo que añadir tras las devastaciones de 1936 y ha quedado como un verdadero joyero barroco.

Presidiendo en su camarín dorado, la Encarnación, obra maestra de Roque López en 1798, y en ambos laterales, junto a la patrona, Santa Quiteria (patrona del señorío del Palomar de Fajardo) y Santa Lucía, de finales del siglo XVI y estilo castellano; y en la parte inferior un hermoso S. Antonio de Padua, de la época de esplendor del gran Salzillo, y San Roque, el copatrón, de mediados del XX. Lo corona un gran frontón y adornos dorados con la Piedad de T. Gómez.

Las grandes lámparas de cristal rococó, culminan un hermoso y elegante presbiterio, todo consagrado a la mayor magnificencia de Santa María reina y madre de la Encarnación. Como cronista de Puebla de Soto, el pueblo hermano y tan vinculado en todos los aspectos a La Raya de Santiago [sic], expreso mi enhorabuena al noble pueblo de La Raya, con el que fuimos ayuntamiento constitucional e independiente de Murcia de 1820 a 1845, aunque autónomos  desde 1813.

Juan José Franco Manzano es licenciado en Historia y autor de Poemas, proverbios y reflexiones. - [Murcia : J. Franco], 1999-2000; Arte y tradición en la huerta de Murcia. - Murcia : Ayuntamiento (Imprenta Regional), 2001. - 311 p.; y Memoria histórica de Puebla de Soto, del siglo XIII al siglo XXI. - Murcia: Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales, 2007. - 607 p. : il.

Después de alcanzar los 2.403 habitantes, La Raya pierde más de un centenar de sus residentes en los dos últimos años

LA RAYA, Murcia (9 nov. 2013). - El resultado poblacional de la última década en la pedanía murciana de La Raya es que apenas ha variado en siete habitantes más. Sin embargo, a lo largo de la misma la población había ido aumentando progresivamente, llegando en 2010 a alcanzar su máximo: 2.403 residentes, contabilizándose en los dos últimos años la pérdida de hasta 119 personas menos.

EVOLUCIÓN DE LA POBLACIÓN DE LA RAYA
Año
Hombres
Mujeres
Total
2003
1.113
1.164
2.277
2004
1.110
1.179
2.289
2005
1.110
1.199
2.309
2006
1.147
1.210
2.357
2007
1.128
1.198
2.326
2008
1.143
1.238
2.381
2009
1.147
1.237
2.384
2010
1.166
1.237
2.403
2011
1.112
1.211
2.323
2012
1.106
1.179
2.284

Al finalizar 2012, la población rayera sigue siendo  ampliamente de nacional española, al representar esta el  84,3 por ciento del censo total. Pero destaca una importante población procedente de los continentes americano y africano, y en el caso de este último especialmente del Magreb.

NACIONALIDAD DE LA POBLACIÓN DE LA RAYA EN 2012
Nacionalidad
Personas
Personas
Española
 1.925

Extranjera
359

Americana

174
Africana

145
Europea

39
Asiática

1

Según por grupos de edad, destacan por su mayor número los residentes que nacieron en la década de los setenta del pasado siglo, pues entre 30 y 39 años de edad el censo suma un total de 375 personas, en contraste con las 221 que han nacido en la última década. Alrededor de 600 alcanza el número de la población infantil y juvenil, y por tanto en periodo de escolarización, en formación profesional  o enseñanzas media y superior. Y entre 25 y 64 años de edad, es decir, en edad plena de actividad laboral, se da el mayor número de población, que alcanza a 1.403 personas, que se reduciría a 1.258 si no contabilizáramos en su totalidad a los 145 jóvenes de entre los 19 y 24 años edad. En la cumbre de la pirámide demográfica se encuentran 380 personas mayores de 64 años y, por tanto con derecho a pensión o prestación de jubilación. Y aunque esta cifra pueda variar, pues esta se alcanza ya después de los 65 años de edad,  podría ser contarrestada con los prejubilados.

Sin embargo, resalta de todo ello un dato muy revelador. Porque de estas cifras se deduce que en La Raya habría una población activa que en una situación de cuasi pleno empleo supondría casi cuatro veces más que la población jubilada. Y ello hay que destacarlo porque para quienes están poniendo en duda el sistema general de pensiones establecido en España en las dos últimas décadas del pasado siglo indicando los 1,9 personas en activo por cada pensionista en la actual situación de depresión económica española, para señalar que el sistema resultaría ahora y en el futuro inviable.

POBLACIÓN DE LA RAYA EN 2012 POR GRUPO DE EDAD
Menores de 1 año
19
De 1 a 4 años
92
De 5 a 9 años
110
De 10 a 14 años
147
De 15 a 19 años
133
De 20 a 24 años
145
De 25 a 29 años
162
De 30 a 34 años
192
De 35 a 39 años
183
De 40 a 44 años
168
De 45 a 49 años
172
De 50 a 54 años
159
De 55 a 59 años
126
De 60 a 64 años
96
De 65 a 69 años
63
De 70 a 74 años
96
De 75 a 79 años
86
De 80 a 84 años
78
De 85 y más años
57

La evolución de las cifras frías del desempleo en La Raya apenas tiene variaciones de gran calado en el periodo de los que disponemos de datos totales y oficiales. Se encuentra en torno a los dos centenares de personas en paro. Es decir en torno al 15 por ciento de lo que podría ser su población activa. En el tercer trimestre de 2011, precisamente cuando España iba a iniciar su segunda recesión económica en menos de dos años, registró la menor cifra: 198 parados, subiendo a partir de entonces hasta alcanzar los 229 enn el primer trimestre del siguiente año.  En el segundo trimestre de este 2013 en La Raya había catorce parados más que en el primer trimestre de 2011.

EVOLUCIÓN DEL PARO EN LA RAYA
Año
Trimestre
Parados
2011
Primero
202

Segundo
199

Tercero
198

Cuarto
200
2012
Primero
229

Segundo
215

Tercero
213

Cuarto
227
2013
Primero
215

Segundo
216

Por último indicar que, según los datos oficiales del segundo trimestre de este año, en La Raya hay registrados 14 menores de 25 años en paro; 105, entre los 25 y 44 años edad; y 97, de más de 45 años.

Fuente: Centro Regional de Estadística de Murcia.

Un llamativo titular de La Raya en el diario 'La verdad'

LA RAYA, Murcia (14 jun. 2012). - En las páginas de la edición de hoy del vetusto diario La verdad, de Murcia, aparece el titular "Cocaína en La Raya", con el que se pretende hacer un grosero chiste al utilizar el nombre del pueblo murciano de La Raya con el que se da a la dosis para esnifar la citada sustancia estupefaciente.

Se trata de un titular redactado por el decano de la prensa regional para encabezar el comunicado oficial emitido ayer por la Delegación del Gobierno en el que se daba cuenta del alijo de un kilo de la citada droga en el registro de sendas viviendas en las localidades murcianas de Molina de Segura y La Raya, practicado por la unidad judicial de la Policía Nacional el pasado 28 de mayo.

La sección de Sucesos del periódico del régimen -cuya jefatura ostenta el gacetillero Ricardo F.- muestra una vez más su chocarrería y amarillismo, su mal gusto y grosería. Así que exigimos tonterías, las justas, tal como se expresaba en un reciente programa de humor de televisión. Y más, con el nombre del pueblo de La Raya, cuando a este periódico del valcarcelato se le otorgó no hace mucho la distinción de "Rayero de Honor". Inaceptables, las fulerías.

Las fiestas de La Raya y su peculiar pregonero, el político del PP Enrique Ujaldón

LA RAYA, Murcia (6 ag. 2010). - HOY COMIENZAN “oficialmente” las fiestas de la pedanía murciana de La Raya, unas fiestas cívico-religiosas, que tienen su día “grande” el 15 de agosto, fiesta “nacional” en la que más corridas de toros se celebran en España, festividad de la Asunción. Hoy en día, en la España Constitucional, la heredera de las Cortes de 1812, la liberal, democrática y social, no está permitido “unir” poder político con religión o iglesia. El cargo público civil y político representa a todos los ciudadanos y, por tanto, si asiste a algún acto religioso, como puede ser la procesión de la Patrona de un pueblo, no lo puede hacer sino en su condición de ciudadano libre, no como alcalde, concejal o funcionario público, uniformado o no. Esta es una de las reglas de la convivencia en libertad, uno de los pilares de las sociedades democráticas contemporáneas. Como regla es que un símbolo del Estado, como puede ser su himno, no deba ser entonado durante ciertos actos rituales religiosos. Otra cosa distinta es que cualquier ciudadano use su libertad individual para colocar la bandera de España en el balcón de su casa para demostrar un sentimiento “identitario”, por ejemplo, durante las fiestas cívicas de un pueblo. Ya sé que lo que estoy diciendo todavía choca a ciertas mentalidades que no quieren admitir la separación entre el Estado y las organizaciones religiosas y eclesiales. Serían estas las mismas mentalidades que no terminarían de entender el derecho a la liberad de expresión y de opinión.

Hoy comienzan “oficialmente” las fiestas de La Raya con el pregón de un político del Partido Popular, la organización que viene gobernando la comunidad murciana y la mayor parte de sus municipios y pedanías desde hace tres lustros. Y lo viene haciendo con mayoría absoluta, más aplastante en cada elección habida, pero también con más cargos públicos imputados por gravísimos delitos políticos, económicos, medioambientales y urbanísticos, cuyo número alcanza ya la treintena. Por ejemplo, el pregonero de esta noche en La Raya prestó declaración hace dos meses ante el juzgado de Instrucción número 5 de Cartagena en calidad de imputado por la causa abierta por la Fiscalía Anticorrupción tras ser denunciado un supuesto expolio en el Monte Sacro de la citada ciudad, y por la comisión de presuntos delitos contra el patrimonio artístico (daños en la muralla de Carlos II), prevaricación y cohecho y contra la ordenación del territorio. Y ello por la concesión de los permisos de obras concedidos a la empresa Portmán Golf para levantar cuatro bloques de viviendas. Está imputado porque hay indicios suficientes de tramitación ilegal del plan urbano y de licencias de obras y por la omisión del deber de protección del patrimonio histórico. Se trata de Enrique Ujaldón Benítez (Tíjola, Almería, 1965), director general de Bienes Culturales de Murcia.

Ujaldón merece un rotundo boicot como pregonero de las fiestas agosteñas de La Raya

LA RAYA, Murcia (22 jul. 2010). - Cuando llegó su partido -el 'popular'- al poder en la comunidad autonómica de Murcia no tardaron en destruir el Molino de Puxmarín, el único edificio civil monumental y singular de La Raya, cuya existencia se remontaba al medioevo. Ramón Luis Valcárcel, como opositor político en el Ayuntamiento de Murcia, venía siendo invitado por el nuevo alcalde de su partido en la pedanía, para "presidir" el elenco civil en las procesiones. Aquél siempre fue "agasajado" por este. Hasta que aquél llegó a San Esteban, y desde entonces nos libramos de su presencia por aquí. Pero...

Así conservan la huerta murciana los 'protegidos' Hombres Buenos / por al-Fūrs

LA RAYA, Murcia (25 oct. 2009). - La basura ya ha empezado a taponar la entrada del tubo que ha sustituído al cauce de la medieval acequia Puxmarina, en la pedanía murciana de La Raya.

Por un lado, la imagen es tercermundista, y, por otro, es un anticipo de lo peligroso que resulta el cimbrado de los cauces que surcan la milenaria huerta murciana cuando sea necesario aliviar las aguas torrenciales del río Segura a la altura de la Contraparada en las periódicas inundaciones que históricamente han venido asolándola.

La peña huertana rayera Los Carreteros del Río en las fiestas de Rincón de Seca

RINCÓN DE SECA, Murcia (22 ag. 2009). – Este sábado comienzan las fiestas locales de la pedanía murciana de Rincón Seca, próxima a la de La Raya. El domingo por la tarde se celebra un desfile de carrozas y carruajes en la que participa la peña huertana Los Carreteros del Río, de La Raya. Los festejos acaban el próximo domingo, día 30.

Cables para todos / por al-Fūrs

LA RAYA, Murcia (24 jul. 200). - El proyecto de "renovación y mejora del alumbrado público" para La Raya que elaboró el Ayuntamiento de Murcia regentado por el Partido Popular de Miguel Ángel Cámara para que fuera financiado por el Plan Zapatero está consistiendo en la instalación de nuevas farolas en las plazas y calles de esta pedanía, una sustitución por las que vienen funcionado perfectamente desde los últimos treinta años que la ciudadanía rayera nunca había considerado una necesidad.

Esta inversión procedente del Plan Español para el Estímulo de la Economía y el Empleo (Plan E) es una de las diversas medidas de "urgencia" contra la crisis económica del Gobierno de España, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, que asciende en La Raya a 204.000 euros (más de 33 millones de las antiguas pesetas), y representa un 0,27 por ciento de la inversión total en el municipio murciano, que ronda los 75 millones de euros, siendo, sin embargo, la población rayera un 0,70 por ciento de la total municipal.

La empresa que presentara mayor número de trabajadores y que los que contratara estuvieran en desempleo eran las principales valoraciones a tener en cuenta para la adjudicación de estas obras del conocido Plan Zapatero. Y hasta que no ha sido puesto el cartel de las obras no se ha podido conocer a la contratista -Electromur, S.A-, que deberá ejecutarlas en un plazo de cuatro meses.

Según parece, este nuevo alumbrado público consumirá menos energía, pero seguirá conviviendo con el ejambre de cables de la red de tendido eléctrico de esta pedania, más propio de países subdesarrollados y del que vienen quejándose desde hace más de tres décadas la mayor parte de sus residentes. Nó sólo por el 'espectacular paisaje' urbano que conforma, sino por estar situado casi a pie de calle, con los peligros que todo tipo que ello conlleva para los que habitan esta pedanía.

Es de creer que la sociedad rayera hubiera preferido ser consultada por los políticos locales del PP a la hora de proponer un proyecto relativo al "histórico" tendido eléctrico de la pedanía, pues son ya varias las décadas que vienen reivindicando su solución, y ésta no podría ser otra que su soterramiento, que podría haberse llevado a cabo antes de haber procedido a la reciente pavimentación adoquinada de sus calles, al mismo tiempo que se hubiera procedido a renovar su también vieja red de alcantarillado, de la que se desconoce la cantidad de pérdidas de agua que origina, pero de la que da una somera idea la humedad insalubre de viviendas de este pueblo por cuyos muros rezuma.

Esta es parte de la situación en la que vive una pedanía como la rayera, carente de la más mínima sociedad civil organizada que reinvidique las verdaderas mejoras generales de una colectividad que tiene todo su derecho a beneficiarse del progreso de toda sociedad democrática avanzada. Pero para ello habría que vencer el autismo, la indolencia, el pancismo, el caciquismo y el analfabetismo funcional y dar prioridad al pensamiento, al diálogo, a la participación y a la dignidad social y política de toda sociedad verdaderamente democrática y europea.

Fotos: Arriba y abajo, los enjambres eléctricos en la pedanía murciana de La Raya. En el centro, una antigua farola junto a la nueva.

La Raya: radiografía de una pedanía murciana

LA RAYA, Murcia (13 jul. 2009). – El 58,8 por ciento de la población del municipio murciano vive en pedanías, ya que de los 438.687 habitantes censados a 31 de diciembre de 2008, un total de 258.326 residen en los pueblos y 180.361 en los barrios que configuran el casco urbano de la ciudad, según la Memoria estadística 2008, elaborada por el Ayuntamiento de Murcia.
En la pedanía de La Raya viven 2.404 personas, lo que representa el 0,55 por ciento del total del municipio y el 0,93 por ciento de la población residente en las cincuenta y cinco pedanías.

Mientras que el municipio de Murcia ha experimentado un aumento de población superior al 21 por ciento en los últimos doce años, en la pedanía de La Raya el incremento ha sido sólo del nueve por ciento, respecto a los 2.179 residentes que había en 1996. Con la salvedad de que en este pueblo se perdieron un total de 56 residentes entre 1998 y 1999 y trece en 2006. El año que experimentó un aumento más vertiginoso fue el 2000, con 88 nuevos habitantes.

La población femenina en el municipio murciano es superior a la masculina en 2.639 personas, aunque en 2008 nacieron 2.865 hombres frente a 2.648 mujeres. En La Raya, 1.246 son mujeres y 1.158 hombres.

Los datos del año 2000 son también muy significativos para La Raya, pues si desde 1997 las altas en el padrón eran mayoritariamente procedentes de España, en ese año casi se igualaron con las que procedían del extranjero, aumentado estas su diferencia. A partir de 2002, las altas procedentes de otros países es muy superior al de españoles, alcanzando el mayor número en 2007, con 116 altas extranjeras frente a 33 españolas, dándose también este mismo año el mayor número de bajas extranjeras: 64 en total.

En cuanto a defunciones en el municipio, la estadística está casi igualada, pues en 2008 fallecieron 1.439 varones y 1.468 mujeres.

Ese mismo año fallecieron en La Raya 24 residentes: 16 mujeres y ocho hombres, la mayor parte de edades superiores a los ochenta y cinco años. En los últimos doce años han fallecido en este pueblo 254 personas y han nacido 285.

La pirámide poblacional de La Raya es la siguiente: 300 habitantes no alcanzan los quince años de edad; otros 300, tienen de 15 a 24 años; 969, de 25 a 49 años; 419, de 50 a 69 años, y 744 tienen más de setenta años. Al finalizar 2008, se contabilizaban en La Raya 40 mujeres y 21 hombres mayores de 85 años.

Según la nacionalidad, en La Raya hay empadronados 1.975 españoles y 429 personas procedentes de otros países, que representan el 22 por ciento del total. En todo el municipio este procentaje es del 16,26 por ciento.

En La Raya hay 414 españoles frente a 114 de otras nacionalidades menores de veinte años. El mayor número de extranjeros residentes tienen entre 20 y 45 años, que son un total de 261 personas.

Por continentes, el mayor contingente es el americano: 207 residentes son de Bolivia; 51, de Ecuador; 12, de Cuba; 11, de Colombia; 4, de República Dominicana; 2, de Argentina y Estados Unidos, y uno, de Chile, Paraguay y Perú, respectivamente.

Les siguen los procedentes del conteniente africano: 94 son marroquíes y seis argelinos. Dos son de India y uno de Pakistán.

En cuanto a los procedentes de Europa, diez son de Rumanía; cinco, de Francia y Polonía, y uno, de Bélgica, Italia, Países Bajos, Reino Unido y República Checa, respectivamente.

En cuanto a los españoles residentes en la pedanía murciana de La Raya, 99 proceden de otros municipios murcianos, y destacan los 36 procedentes de Alcantarilla.

Unos 123 residentes rayeros proceden de otras comunidades autónomas españolas. Destacan los 19 de la provincia de Alicante, los 13 de Barcelona, los 12 de Valencia, los 10 de Jaén y los 9 de Almería y Madrid, respectivamente.

En resúmen, uno de cada cuatro residentes de La Raya procede de fuera del municipio murciano.
No llega al 11 por ciento de los residentes rayeros con estudios universitarios o de formación profesional superior, cifra muy inferior a la media municipal, situada en un 17,3 por ciento. Un 13,66 por ciento tiene el Bachillerato y la formación profesional media, un poco por debajo de la media municipal (14,40%). Un 32 por ciento tiene el graduado escolar o la educación secundaria obligatoria, un poco superior al 28% de la media. Y un 16,76 por ciento los estudios primarios, frente al 18,8% de la media municipal.

Respecto al número de viviendas ocupadas, en el municipio murciano hay 140.609, de las que 28.800 están habitadas por una persona; 29.373, por dos, y 27.047, por tres. Con nueve empadronados hay 671 viviendas, y con diez o más, 1.128 viviendas.

En La Raya se ha pasado de 707 viviendas ocupadas en 1996 a 755, en 2008. Sin embargo desde ese primer año hasta 1999, el número de viviendas ocupadas bajó a las 695.

El mayor número de viviendas (180) las ocupan cuatro personas, le siguen las 165 que son ocupadas por una sola persona; las 147, por dos; las 127, por tres, y las 66 viviendas, por cinco personas. Hasta 61 viviendas están ocupadas por entre siete y nueve rsidentes, y otras nueve viviendas por más de diez ocupantes.
De la Memoria estadística 2008 se recoge que el nombre más usado en el municipio es Antonio, seguidó de José y Francisco, mientras que en el caso concreto de las mujeres el más utilizado es Josefa, seguido de María y Carmen.

En el caso de La Raya hay 104 personas que se llaman Antonio; 82, José; 70, Carmen; 62, Francisco; 56, Josefa; 43, Encarnación; 42, María,;41, Juan, y 39, se llaman Dolores.

En cuanto a los apellidos en el municipio murciano, el más común es Martínez, seguidos de los de García, Sánchez y López.

En La Raya los más comunes son: Hernández, 331; Martínez, 280; García, 210; López, 152; Sánchez, 109; Nicolás, 81; Teruel, 74; Molina, 72; Romero, 67; Parra, 57; Pujante, 56; Cánovas, 55, y Manzano, 53. También hay 49 con el apellido Espinosa; 40, con Pujalte; 38, con Pérez; 36, con Castillo y Orenes; 34, con Cermeño y Pellicer; 32, con Ruipérez; 28, con Salmerón; 26, con Ibáñez; 25, con Tovar; 21, con Gambín, Serrano y Moreno; y 19, con Franco, entre otros.

La rocambolesca e irresponsable actuación en el caso de la niña "supuestamente" abandonada

LA CIUDADANÍA de la pedanía de La Raya y la de Mucia están estos días conociendo la actuación de la Policía Local de Murcia el pasado sábado con el triste balance de la recogida de una bebé de apenas un mes en un bar de dicha localidad y puesta en manos del Servicio de Emergencia Móvil y Atención Social (SEMAS) del Ayuntamiento de Murcia. El conocimiento de este hecho se hubiera quedado reducido al entorno de una pedanía, principalmente al de las personas que hubieran presenciado los hechos y, en concreto, al de los familiares directos de la niña y la camarera del bar, si la delegación en Murcia de la agencia de noticias Europa Press no hubiera difundido la noticia a través de "fuentes" de la Policía Local de Murcia en la mañana del domingo.

En dicha noticia se dijo que la policía no logró localizar a la madre, por lo que el SEMAS comunicó el hecho a la Fiscalía de Menores, que seguidamente ordenó el internamiento de emergencia de la bebé en el centro de acogida Cardenal Belluga de Murcia, ante lo que fue considerado por parte de las autoridades intervenientes en el caso como un presunto abandono de una menor.

Esas "fuentes" policiales afirmaron que el bebé "estaba, presuntamente, mal atendido" y añadieron la acusación de la camarera a la madre: "que se encontraba en estado de embriaguez y con síntomas de haber ingerido sustancias", añadiendo que la progenitora era de "nacionalidad española" y que su identidad no había "trascendido".

Los periódicos locales La Verdad y La Opinión publicaban al día siguiente, lunes, datos muy sustanciales que empezaban a poner en duda la veracidad de las "fuentes" de la Policía Local. Pues no había sido la madre del bebé (que vive en Águilas) sino su tía (que reside en La Raya) la que había "dejado" al bebé a la camarera, y no el sábado, sino el viernes por la noche, y porque ésta se lo había pedido. Pero es más, La Opinión recogerá la declaración de un testigo que afirma que “los policías le quitaron a la niña porque vieron a la chica con pinta de gitana y no la conocían".

Ante esta revelación periodística no cabía más que preguntarse cómo una "fuente" de la Policía Local de Murcia -una fuente oficial- pudo haber ofrecido tal sesgo en un dato tan fundamental y en un caso de tan delicada naturaleza a la agencia de noticias.

En cuanto al estado en que fue recogido el bebé por la policía, José Morales, responsable del SEMAS, declarará al mismo periódico que “presentaba picaduras de pulgas y mosquitos por todo el cuerpo, se encontraba sucio y desnutrido, no llevaba pañales y vestía como única prenda un pañuelo de mujer”.

Este parte "forense" de Morales a la prensa se contradecirá con las declaraciones de vecinos que conocen a la tía de la niña y que dirán de ella que es una chica conocida en la pedanía porque ha pasado gran parte de su vida en ella y tanto la joven como su marido son "buena gente" y "no se metían en problemas" y, en definitiva, que "la niña estaba bien atendida y cuidada por la pareja". Estas declaraciones se verán también posteriormente desmentidas por el reconocimiento médico a la que es sometida la bebé.

Cuando el diario La Verdad logra hablar con la joven tía de la niña, sabremos que élla misma es madre de cuatro hijos, y declarará que su sobrina estaba perfectamente aseada y cuidada. "¿Cómo íbamos a tenerla así, con lo pequeña qué es?" se preguntaba incrédula ante lo que se le había venido encima, y llegará a exclamar en sollozos: "¡Me han robado a la cría!"

La joven, además, se defenderá de la acusación que la camarera hizo ante la policía: "Eso es mentira. Yo sólo me tomé una cerveza en el bar con mi marido y sus amigos. Nadie va borracho con una caña".

Pero llegados a este punto habrá que preguntarse: ¿Cómo es posible que la policía al dar cuenta del hecho a la agencia de noticias propagara la acusación de la camarera de que la joven "se encontraba en estado de embriaguez y con síntomas de haber ingerido sustancias"? Si la joven estuvo presente cuando la policía se llevó a la bebé, la policía podría haber verificado tal acusación, incluso, podría haberla detenido. Pero no fue el caso. Y cabe preguntarse también: ¿No se podría revertir esta acusación en delitos de injuria o calumnia? Porque es de muy dudoso procedimiento que la policía haga una "acusación" y "pública" sin las pruebas pertinentes, sólo porque alguien lo diga sin más.

Pero el caso es que la noticia ha corrido y ha sido recogida por diversos medios de comunicación regionales y nacionales, y sus titulares se han cebado en que una bebé es abandonada en un bar de la pedanía murciana de La Raya por una madre borracha y drogadicta. Haya o no se haya contradicho esa versión con la de la propia afectada o con las de personas de su entorno o testigos presenciales.

Así corren las noticias por este mundo, las verdaderas y las falsas. Y en este caso más, cuando se trata de asuntos con una carga humana tan profunda: el abandono de una bebé en estado lamentable, aunque el reconocimiento médico a la que será sometida determinara su perfecto estado de salud. Y esto en una sociedad que, a pesar de la cacareada crisis, sigue viviendo en el esplendor de la riqueza sin par, y por una madre alchólica y drogadicta habitual. ¡Qué fácil resulta propagar el sensacionalismo y el escándalo en estas sociedades!

Y si a ello se suma una respuesta imprudente de desesperación y rabia, pues, con más razón para aumentar el morbo en tal delicado asunto. "La madre del bebé destroza el bar de La Raya". "El bar de La Raya cierra sus puertas por amenazas a su empleada". Así han sido otros titulares de la prensa en este caso que estamos relatando. Y mientras las cámaras de televisión buscaban con el zoom algún cristal roto que diera testimonio de los destrozos que había causado la joven el pasado lunes, ésta declaraba: "No podía más y me he acercado al bar donde trabaja [la camarera] con una pata de cabra. Y le he roto los cristales". Y aún con su indignación y destrozada por el dolor, la propia joven llegará incluso a "culparse" asimisma por todo lo que le está pasando sin terminar de entenderlo.

Llegados a este punto, es cuando Laura Muñoz, directora general de Familia y Menor del gobierno de Ramón Luis Valcárcel, aparece ante las cámaras del canal de televisión del diario La Verdad para hacer unas rocambolescas declaraciones, al afirmar que "nosotros, obviamente, tenemos que estudiar que todos esos datos que [los familiares] nos dan son ciertos", y que "la niña regresará con su familia de inmediato", pues "la madre, como es obvio, quiere que su niña vuelva con ella".

Declaraciones a las que hay que añadir las ditirámbicas que desde el Ayuntamiento de Murcia también se difunden, en el sentido de que "ahora" iba a "estudiar" el gobierno que rige Miguel Ángel Cámara lo que había de cierto en la denuncia de la camarera, para apresuradamente desmentir a continuación en el diario La Verdad que la denuncia no partió de la camarera.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Murcia también estará obligado a "estudiar ahora" y responder con la prontitud que exigen estos casos tanto de las declaraciones que hizo el responsable del MAS sobre el estado de salud de la bebé como las de las "fuentes" de la Policía Local que abrieron tan irresponsablemente este caso a la opinión pública, al sensacionalismo y al escándalo.

Aparte quedan las responsabilidades que pudiera demandar la familia de una bebé de apenas un mes que desde hace cuatro días está en manos de la Concejalía de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Murcia, cuyo responsable es Fulgencio Cánovas.

En definitiva, la ciudadanía de La Raya y la de Murcia se merecen una aclaración creíble y veraz y cuanto antes de este desgraciado hecho por parte de los responsables políticos.