LA RAYA, Murcia (25 oct. 2009). - La basura ya ha empezado a taponar la entrada del tubo que ha sustituído al cauce de la medieval acequia Puxmarina, en la pedanía murciana de La Raya.
Por un lado, la imagen es tercermundista, y, por otro, es un anticipo de lo peligroso que resulta el cimbrado de los cauces que surcan la milenaria huerta murciana cuando sea necesario aliviar las aguas torrenciales del río Segura a la altura de la Contraparada en las periódicas inundaciones que históricamente han venido asolándola.
Foto inferior: El tribunal consuetudionario de Hombres Buenos de Murcia en un acto en el salón de plenos del Ayuntamiento de Murcia, con su presidente a la cabeza, Sigredo Hernández.Junto al inicio del cimbrado de la citada acequia, aparece asimismo obstruida por broza y otros escombros su toma rectangular de la acequia madre de Barreras, que desde el último tercio del siglo XIX mide 1,35 metros de alto por 0,315 metros de ancho, en el mismo paraje de La Boquera o La Escudera.
En una tercera fotografía se puede ver cómo hasta cajas y otros escombros y cascotes obstruyen uno de puntos de derivación construidos durante el cimbrado de la citada acequia.
Y los máximos responsables de mantener en este estado cochambroso y peligroso de lo que fue un día un cauce 'natural' y milenario como la acequia Puxmarina no son otros que el presidente de la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia, Sigfredo Hernández Pérez; su vicepresidente, Diego Frutos Saura; y los vocales de la acequia de Barreras, Francisco Melgar Sánchez, José Frutos Serrano, Joaquín Belmonte Sánchez y José Frutos Vera.
Hernández Pérez, por su condición de presidente de la Comunidad General de Regantes, preside, asimismo, el Consejo de Hombres Buenos de Murcia. También pertenece a esta institución consuetudinaria, su vicepresidente, Frutos Saura, así como, por lo menos, dos de los procuradores del heredamiento de Barreras.
Y es que una cosa es que el Consejo de Hombres Buenos haya sido declarado, como institución milenaria de raíces islámicas que es, bien inmaterial protegido de la UNESCO, y otra muy diferente es quiénes en la actualidad lo integran y qué desastrosas actuaciones están llevando a cabo.
Fue el citado Sigfredo Hernández quien, en el Juntamento General de mayo de 2008, anunció su compromiso adquirido entonces con la Consejería de Agricultura y Agua de Murcia, regentada por Antonio Cerdá, para entubar todas las acequias de la huerta murciana en un periodo de dos años.
A este plan están aplicados desde entonces la Junta de Hacendados, presidida por Hernández, el consejero Cerdá y el alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, gastando millones de euros de los murcianos en la destrucción sistemática y total del principal patrimonio natural, cultural e histórico de la Huerta de Murcia.
Tres personajes que se autoproclaman ellos mismos los primeros 'ecologistas' de la tierra y la huerta murcianas, sin el menor sonrojo, cuando con su nefasta política acabarán en un corto espacio de tiempo por hacer desaparecer lo que durante siglos permaneció vivo entre los murcianos. Estos tres personajes y sus corifeos, pasarán a la Historia de Murcia como unos auténticos huerticidas del patrimonio común de todos.
Así que tenemos como grandes 'salvadores' de la huerta a un sin par Sigfredo Hernández; a un fotogénico alcalde 'popular' Cámara, inaugurador de obras pagadas por el presidente Zapatero, y a un consejero Cerdá, que mandó a su segundo a leer el pregón de las pasadas fiestas de la pedanía de La Raya, para pedir, cómo no, "tubos para todos".
¡¡¡¡Estos van a dejar a Atíla en mantillas!!!
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