La mafia se sienta a la mesa en Murcia / por Vera Mª Cubí

MURCIA (19 ab. 2015). - En plena democracia del siglo XXI un resentido Ramón Luis Valcárcel destiló anteanoche rencor y deseos de venganza con quienes desde dentro y desde fuera del PP han puesto en riesgo cierto su escaño en el Parlamento Europeo y, a la postre, apuntalado su carrera política por la vía penal al descubrir su verdadero perfil mafioso en el hemiciclo de Bruselas-Estrasburgo.

Cuentan las crónicas periodísticas de plumíferos muy afines -y eternos aspirantes a dirigir un órgano de propaganda del sistema- que Valcárcel dijo a los miembros de la Junta Directiva del PP, que respaldaron las candidaturas y analizaron la estrategia electoral, lo siguiente:

"El baile empieza ahora. Los que la han hecho la van a pagar, tanto los de dentro como los de fuera. No veáis odio en mis palabras, pero si no lo digo reviento".

Y es que esas mismas crónicas también cuentan cómo un sector de la militancia más elitista del PP de la región de Murcia no estaba en tan importante reunión y eso irritó a Valcárcel por ser nada habitual.

"¿Dónde están los que tendrían que estar aquí?", dicen se preguntó Valcárcel en un fuerte calentón.

Esa pregunta, en voz alta y para que todos la oyeran, la hizo en referencia a la ausencia manifiesta de Garre, Juan Carlos Ruíz y José Gabriel Ruíz, conspiradores natos y netos contra él en los últimos meses a cuenta de la sucesión presidencial. Esas ausencias arrastraron a otros militantes en la línea 'garrista'.

¿Estamos hablando también de la europarlamentaria cartagenera Lola Sánchez o, tal vez, del magistrado del TSJRM, Manuel Abadía, incluso del actual presidente de la Comunidad Autónoma, el calerista Alberto Garre?

¿Se refiere por si acaso al abogado regeneracionista y seráfico Diego de Ramón o al economista y ex presidente de la Autoridad Portuaria de Cartagena, Adrián Ángel Viudes, quizá incluso a la ex eurodiputada Cristina Gutiérrez-Cortines?

Con cara de odio, parece, porque ya sabe que algunos ya lo tienen cogido y que no lo soltarán hasta hacerlo moder el polvo de su más que sospechoso pasado, no se pudo contener (como él mismo ha reconocido) y cometió el error de alertar a quienes Ramón Luis considera sus verdugos, empresarios destacados y altos funcionarios del Estado incluidos, sin olvidar a otro letrado regeneracionista, José Luis Mazón, que apunta directamente a magistrados amigos de Valcárcel y que actúan como asesores aúlicos en la sombra en su calidad de estómagos agradecidos en nombre de familiares beneficiados con cargos y otras prebendas.


Imagino que un sector mediático, a sueldo de algunos de sus ancestrales adversarios internos, tampoco se libra de su invectiva, incluyendo en este saco a determinado letrado andaluz, frustrado senador del PP en su día, cuya único sentido existencial hoy es acabar de forma más que traumática con la vida política de Valcárcel. Por no hablar de un viejo periodista, también andaluz, cuyo único objetivo cada mañana al levantarse de la cama es ver cómo hiere al ex presidente de una manera definitiva por haberlo sacado del cuadro.

Tampoco excluirá -supongo- al director de un añejo medio impreso, al que hace poco visitó en su despacho para afearle la línea editorial con su persona desde que dejó San Esteban y, con ello, varias facturas de publicidad institucional sin pagar y que Garre parece no ha terminado de asumir. Dicen que Valcárcel llegó a sacar los piés del plato con este muchacho madrileño a quien le faltó agallas para echarlo de su despacho mientras le advertía que podía conseguir su cese en Madrid.

Ese medio ha entrado también en la 'lista negra' de Valcárcel por zaherir a su delfín con temas de corrupción y transparencia política en el reciente debate electoral a seis conducido por su gente aunque auspiciado por Ucomur.

Y, ¿qué decir de otro medio más humilde, pero totalmente escorado a la izquierda, y cuyo columnista estrella vive sus mejores tiempos? Supongo que ese también entra dentro de la amenaza por haber apagado ya el incienso forzado, de otros años de vino y rosas, desde la dirección y la gerencia.

En su derrota personal y política Valcárcel acaba de arremeter en privado contra muy cualificados militantes y financiadores de su partido, y vetado a valores emergentes, simplemente porque ponen en fuerte evidencia su mediocridad e incompetencia como político y como profesional. Actúa ahora con total resentimiento con quienes se han empeñado en aguarle la fiesta, incluso desde la CROEM, aprovechando el momento de baja de sus apoyos en Génova 13.

Por ahí respira, por su herida, inflingida mucho más desde dentro que desde la Oposición socialista y comunista en la Asamblea Regional y corifeos/órganos afines piando. Pero esa conducta tiene, está teniendo, su precio por quienes hace algún tiempo no obstaculizaron su ascenso y permanencia en aras de sus propios intereses. Y sienten como ahora su partido, el PPRM, se llena de mediocres ambiciosos y de una moral política muy dudosa en casi todos los casos, comenzando por Bernabé y por el propio Sánchez tras sus respectivos pasados municipales tormentosos y despreciables.

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