Olmeda del Riacho, junto a la acequia Dava, en Nonduermas. |
LA RAYA / NONDUERMAS, Murcia (25 abr. 2012). - Huermur, la asociación para la defensa del patrimonio de la huerta tradicional murciana, lleva un un año realizando un profundo estudio de su red de regadío con la intención de que pueda ser incorporado a las Directrices del Área Metropolitana de Murcia, para su catalogación y protección, para la restauración de los cauces de las acequias y para dar a conocer sus valores culturales, etnográficos, medioambientales y paisajísticos.
Los espacios que hay junto a las acequias de la huerta –tres metros en las mayores y dos en el resto– pueden ser aprovechados para conectar las pedanías entre sí a través de itinerarios que respeten el medio ambiente y a los que se dotaría de señales específicas dando a conocer las características de su entorno natural, según Huermur. La Olmeda del Riacho (en la foto), junto a la acequia Dava en su transcurso por la pedanía de Nonduernas, es uno de esos bellos espacios a conservar.
José Antonio Moreno, presidente de Huermur, señala que "no se puede valorar y proteger aquello que se desconoce y por tanto es fundamental este estudio". Indica que "hasta el momento hemos encontrado tramos de acequias muy bien conservados y con valores medioambientales, paisajísticos y etnográficos, como olmedas, álamos, acueductos, aceñas, molinos y puentes, y hay otros cuya restauración es urgente, para evitar su desaparición". Añade que "muchos de estos tramos, que son desconocidos para la mayoría de los murcianos, son perfectamente viables para hacer en ellos recorridos junto a los cauces, lo que supone poner en valor la red de regadío".
"Para ello es necesaria una inversión mínima, pues se trata de saneamientos –alisar los quijeros y quitar la maleza que los cubren– no de acometer ninguna gran construcción", añade Moreno. Junto al estudio se está llevando a cabo un archivo fotográfico con los puntos más importantes de la red de regadío. El proyecto de Huermur pretende hacer del pulmón verde de Murcia una red de sendas naturales, ambientales y paisajísticas de primer orden. El poder para llevarlo a cabo está en la Casa Consistorial, en la Glorieta, y en el Palacio de San Esteban, sede de la presidencia de la comunidad.
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