El Partido Popular quiere seguir gastando decenas de miles de euros en beneficio del Club Universitario de Rugby de Murcia

El concejal Cascales rodeado por Margarita Gómez de Ramón y Javier Jiménez Fontes, en 2008.

En La Glorieta tratan como una "marioneta" a su alcalde de La Raya, una pedanía a la que han "hurtado" sus instalaciones deportivas municipales para entregarlas a un club privado

LA RAYA, Murcia (22 oct. 2014). - El concejal de Deportes, Juventud y Turismo y cuarto teniente alcalde del Ayuntamiento de Murcia, Miguel Cascales Tarazona, pretende seguir favoreciendo con decenas de miles de euros los intereses del privado Club Universitario de Rugby de Murcia (CURM), en manos de la familia Jiménez-Fontes desde hace más de tres décadas. Tras gastar unos 100.000 euros en el Campo de Fútbol Municipal de La Raya para reconvertirlo en su oficial y exclusivo campo de rugby, Cascales está dispuesto a seguir gastando miles de euros de los contribuyentes murcianos, y para ello se ha ideado un "proyecto de ordenación" de los alrededores de dicho campo para "actividades de ocio". El alcalde de esta pedanía, Juan Hernández García, que venía anunciando desde hace meses un proyecto que nadie en el pueblo había pedido jamás y que tampoco sabía en qué consistiría, dio algunos pormenores del mismo en el pleno de la Junta Municipal de La Raya celebrado el pasado lunes, demostrando así una vez más que sigue siendo usado como una "marioneta" política puesta en las manos de sus compañero del Partido Popular (PP) en La Glorieta en este escandaloso asunto en el que se niega la información a todos los grupos municipales de la oposición (PSOE, IU-Verdes y UPyD).

Tras años de dejadez y abandono del campo de fútbol rayero por parte del Ayuntamiento de Murcia, en manos del PP desde hace casi cuatro lustros, que provocó que los integrantes de su club terminaran viéndose obligados a integrarse en el de la vecina pedanía de Puebla de Soto, el concejal de Contratación y Patrimonio, Cosme Ruiz Martínez, aprobaba, en diciembre de 2012, la reparación del campo rayero, por 35.880 euros, y una nueva electrificación de sus instalaciones, por otros 18.500 euros, que los medios de comunicación se hicieron eco. Casi un año después, el once de septiembre de 2013, el mismo concejal Cosme Ruiz aprobó la instalación de césped natural en el campo, por otros 40.100 euros, convirtiéndose así en el quinto del municipio con esta característica, tras los estadios de las dos Condominas, el del campus universitario y el de Sangonera.

En el pleno de la Junta Municipal de La Raya de noviembre de 2013, el pedáneo se quejaba que desde La Glorieta sus compañeros de partido le ninguneasen la información sobre el asunto del campo de fútbol. En enero de este año 2014, UPyD se interesó por el caso y, en concreto, preguntó al PP si las instalaciones deportivas rayeras seguirían siendo municipales y públicas. En junio pasado, el Ayuntamiento de Murcia aprobaba un nuevo gasto, esta vez anual, para el mantenimiento de su césped, de 21.731,60 euros. Los grupos municipales de IU-Verdes y del PSOE pidieron entonces al concejal Cascales que les informara sobre el convenio aprobado, el 25 de junio, por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Murcia por el que el CURM recibía 9.000 euros de subvención para la temporada pasada 2012-2013, así como por su uso exclusivo de las instalaciones deportivas rayeras. La edil socialista Andrea Garries declaró a la prensa que no entendía tampoco por qué la Concejalía de Deportes otorgaba al citado club dicho uso exclusivo, cuando en Murcia hay más clubes de rugby, y cuando “al tratarse de un campo de fútbol, éste debería destinarse fundamentalmente a la práctica de este deporte”. Por su parte, el concejal Nacho Tornel (IU) denunciaba la falta de transparencia del PP en este opaco asunto.

El CURM -que se considera heredero del Medicina Universitario (1954)-, entre 1980-1981 cayó en manos de Javier Jiménez Fontes (Sevilla: 1952), como presidente, y su mujer, Margarita Gómez de Ramón Fuster (Alicante: 1955), como vicepresidenta. Mientras que Javier Jiménez se dedica a la correduría de seguros y actúa como abogado de oficio, su mujer ha llegado a ser vocal de la Federación Española de Rugby y mánager de la selección española femenina. Es también la presidenta de la Delegación Murciana de Rugby, fundada en 1989, apareciendo su marido como tesorero también de esta. Hace ocho años más del cincuenta por ciento del presupuesto de su club era ya subvencionado por el concejal Cascales, además de recibir también subvenciones de la Dirección General de Deportes de la comunidad autónoma, que en 2009 eran de 7.442,92 euros. Pero, asímismo, ha estado esponsorizado en muchas temporadas por la Universidad Católica de Murcia, utilizando sus siglas (UCAM). De ahí el error de que se creyera que el club fuera propiedad de esta universidad. En la actual temporada ha dejado de ser su esponsor oficial.

Se puede decir que la familia Jiménez-Fontes y Gómez de Ramón Fuster (emparentada con el Marquesado de Ordoño) viene controlando gran parte del rugby en la región murciana desde hace más de tres décadas, habiendo experimentado su club diversas vicisitudes durante este tiempo, como fue la excisión que dio origen al XV Rugby Murcia. Su hijo mayor, Javier Jiménez-Fontes Gómez de Ramón (1984), tras licenciarse en Publicidad y Relaciones Públicas por la UCAM, marchó a Escocia, en la temporada 2009-2010, para jugar en las filas del Murrayfield Wanderes RC, y tras su regreso sigue formando parte del club de la familia, como entrenador y -según dice- jefe de comunicación del mismo.

En septiembre de 2013, el club de los Jiménez-Fontes ya celebró su asamblea anual en las instalaciones deportivas de La Raya y, en marzo pasado reconocía en las redes sociales que Cascales había "tenido a bien dedicarnos el campo de fútbol inutilizado de la pedanía de La Raya", para cuya inauguración ese mismo mes organizaron un partido con el Lorca RC. También desde julio pasado vienen realizando actividades de su escuela de rugby, en la que interviene también su segundo hijo, Juan Jiménez-Fontes Gómez de Ramón (1997). De las tres hijas del matrimonio, la mayor, Marga Jiménez-Fontes (1982), es periodista del diario La Opinión de Murcia.

No se termina de entender el interés del concejal Cascales, con la ayuda de su compañero de gobierno local Cosme Ruiz, en gastar 100.000 euros en la reconversión de un campo municipal de fútbol de una pequeña pedanía en otro de rugby, más otros 22.000 anuales para la conservación de su césped, y ponerlo a disposición exclusiva, junto a sus instalaciones, de un club que ya contaba para sus encuentros deportivos con estadios de mayor tamaño -y evidentemente, con césped natural- como el de La Condomina, en el centro de la ciudad, y el Monte Romero, en el Campus de Espinardo. Y no se entiende a pesar de que Cascales, un exempleado de banca que desde 1995 viene siendo concejal murciano del PP, que en la pasada década se sacara el grado de Turismo en la UCAM, que forme parte de la ejecutiva del PP de la que es secretario regional Ángel Cámara, el alcalde imputado por corrupción urbanística de Murcia, y que confiese que fue también jugador de rugby -aunque no se sepa cuándo, donde y con qué intensidad. No se entiende que se hagan este tipo de "milongas" que suponen el presupuesto de dos años para todos los gastos e inversiones municipales de una pedanía como la de La Raya, o el equivalente de casi la mitad de su presupuesto sólo para mantener el césped.

Lo que hace que todo este escándalo y derroche de dinero de los contribuyentes murcianos para favorecer con tal magnitud a un club privado sea también una auténtica ópera bufa, es que en el acta de la Junta Municipal de La Raya del pasado 21 de julio se exprese que el C.D. La Raya podrá utilizar el campo municipal rayero sólo "de manera esporádica, siempre que el equipo contrario juegue en césped natural" [?]. Asimismo que el pedáneo ordenara el arranque de los árboles "lirón" del jardín sobre el antiguo cauce de la acequia Puxmarina para trasplantarlos en el campo de fútbol, con el peregrino argumento de que se estaban secando, y que todos estos asuntos sean aprobados "por unanimidad" de los vocales de la junta vecinal.

Pero también lo que hace que este escándalo sea un sarcasmo es que en el tiempo en el que se llevaron a cabo las obras para reconvertir el campo de fútbol en otro de rugby, fueron arregladas y asfaltadas sendas y caminos para dar acceso a tierras cercanas a dicho recinto deportivo que eran propiedad de la familia del pedáneo y que seguidamente fueron vendidas tras haber adquirido así un mayor valor de venta. Y lo que más raya para ser calificada esta historia no sólo como una sarcástica opereta es que tales obras -que ascendieron a unos 15.000 euros (en partidas inferiores a 3.000, para que pudieran ser contratadas directamente por el pedáneo)- no aparezcan reflejadas en ninguna de las actas de la Junta Municipal de La Raya del año 2013, una junta constituida por ocho vocales 'populares" y uno sólo socialista, por lo que se llevaron a cabo de forma opaca y a sus espaldas, al no ser informadas ni aprobadas, por tanto, por el Pleno.

La Junta Municipal de La Raya dispone de un presupuesto de 58.032 euros para 2014, y Hernández García señaló en el pleno celebrado el lunes que "no" tiene ya dinero para hacer "nada más", además de quejarse de recibir críticas "injustificadas" y hasta de sentirse "perseguido" [?]. Por su parte, el vocal socialista en la junta rayera, el doctor José María López, ha exigido al pedáneo que le informe previamente de los proyectos de obras para que pueda debatirlos en los plenos.

Las instalaciones deportivas municipales de La Raya se encuentran ubicadas en un terreno cedido por la Confederación Hidrográfica del Segura en un antiguo meandro del río Segura, tras las obras de encauzamiento del siglo pasado. Desde el PSOE se señala la más que inoportunidad de seguir gastando más dinero público en un lugar tan apartado del casco urbano del pueblo, por lo que no tendría el uso debido por parte de la vecindad. Desde el Partido Socialista se insiste en que el dinero que el PP pretende gastar ahora frente al campo de fútbol debería ser invertido en la compra del terreno que está en venta desde hace tiempo frente al colegio público, conocido como del Caracolero. Argumentan los socialistas rayeros que, con una cuantía inferior a la que sería gastada en nuevas obras frente a la puerta del campo de fútbol, La Raya podría disponer de un "buen jardín" con todas las comodidades en la cercanía de la población, para el completo y seguro disfrute de su vecindario. Los socialistas rayeros tienen previsto celebrar una reunión política para analizar este escándalo con su portavoz municipal en La Glorieta, Pedro López, y la edil Andrea Garries. (En la foto de abajo, celebración en el campo de La Raya tras un partido de rugby).


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