Sobre el 'hoax' de la desaparición de una joven

MADRID / MURCIA (7 feb. 2011). - No es la primera vez que se usa la alerta de una persona desaparecida para generar una cadena de correos electrónicos. Este es el caso de un mensaje que está circulando profusamente por Internet desde mediados de enero sobre la desaparición de una joven de trece años con el nombre de Jennifer García Quintana, al que se aporta su foto y dos direcciones de correo electrónico, y en el que se pide que se reenvíe a todos los contactos.

El mensaje no señala la ciudad o país de tal desaparición ni ofrece más datos (sólo el color de los ojos, piel y pelo, que por otra parte ya se pueden observar claramente por la foto). Ya se ha llegado a decir que el padre de la desaparecida es un empleado de un hospital mexicano o un empleado de Caja Madrid. La búsqueda en Google nos manda a páginas mexicanas de Oaxaca, Chihuahua, Tlascala, Puebla, Veracruz..., pero también de otros países americanos y varias provincias españolas. También se señala que la niña apareció a los pocos días.

Este tipo de mensaje podría estar propiciando un hoax o bulo informático, con el único objetivo de recabar datos o simplemente de extender virus o de generar una cadena de correos. Cualquier clase de mensaje en forma de cadena permite la difusicón por la red de las direcciones electrónicas de los usuarios cuyas direcciones aparecen publicadas. Esto último significa ser víctimas de más correo basura (spam), además de incrementar enormente la posibilidad de recibir mensajes con virus.

Hasta un alma cándida ha puesto un cartel con este hoax, incluyendo su propio e-mail, en cada negocio de un barrio madrileño. Las redes sociales como Facebook se han hecho eco también de este mensaje.

En el caso de reenviar este tipo de mensajes, las direcciones de los contactos deben ir en el correo oculto, de lo contrario los spamers premiarán la bondad de los cándidos por regalarles su dirección y la de sus contactos.