BASILEA / MADRID (11 ag. 2010). - El crecimiento de la población que trajo el baby boom a partir de la década de los sesenta del pasado siglo contribuyó a inflar los precios de la vivienda en todos los países desarrollados. Y el progresivo envejecimiento de la sociedad empuja en la dirección contraria por la menor demanda. Según un informe que acaba de hacer público el Banco de Pagos Internacionales (BPI), Portugal y España son los dos países desarrollados donde este efecto será mayor en los próimos cuarenta años.
El organismo con sede en la ciudad suiza de Basilea estima que los precios reales de los inmuebles descenderán en España en torno al 75 por ciento hasta 2050 en comparación con un escenario demográfico neutro. Sólo bajarán más en Portugal, donde la caída superará el 80 por ciento. Le siguen en la lista Alemania, con un 75%, e Italia, con un 70%. El menor impacto del progresivo envejecimiento de sus ciudadanos se producirá en Suecia, con una caída del 16%.
"El envejecimiento de la población reducirá los precios reales de la vivienda notablemente en los próximos cuarenta años", según el BPI, el banco central de los bancos centrales. Este organismo matiza que no calcula previsiones de precios reales de la vivienda, sino sólo el impacto demográfico en esos precios. El informe señala que entre 1970 y 2009 los precios subieron en España alrededor del 300% respecto a un escenario demográfico neutral.
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