Obituario: Don Francisco Cánovas Bravo fue el segundo cura con mayor permanencia en La Raya

LA RAYA, Murcia (22 dic. 2011). - El que fuera cura de la Parroquia de Nuestra Señora de La Encarnación, de La Raya, desde 1959 a 1992, el reverendo don Francisco Cánovas Bravo, falleció ayer, a los 88 años de edad. El velatorio está teniendo lugar en la tercera sala del Tanatorio San Roque, de Alcantarilla. La misa exequial se oficia a las 16 horas de hoy, en la parroquia de San Onofre, de Alguazas, localidad de donde era oriundo y en cuyo cementerio sus restos serán inhumados. Don Francisco -como le llamaban todos- nació el 28 de febrero de 1923 e ingresó en el Seminario Menor de Murcia en 1942, a la edad de 19 años. Fue ordenado sacerdote por Ramón Sanhuja y Marcé, que había sido obispo de la diócesis cartaginense, el 31 de mayo de 1952 en Barcelona.

Según la nota necrológica del obispado, había ocupado los siguientes cargos eclesiásticos: coadjutor de la Parroquia de San Andrés Apóstol, de Murcia (1952-1953); cura rector de la Parroquia de Santa Gertrudis, de Marchena y Aguaderas, en Lorca (1953-1959), después cura ecónomo de La Raya (1959-1992) y capellán de la Casa Sagrada Familia, de Rincón de Seca (1995). En 2002 fue nombrado cura encargado de la Ermita de Funes, cercana a su residencia.

Residía en la citada casa de la cercana pedanía de Rincón de Seca -conocida también como Residencia Hogar de Nazaret-, lo que le permitía participar en algunos actos religiosos celebrados en su antigua parroquia rayera, a cuyo curato accedió tras el fallecimiento repentino del sacerdote José Díaz Román, mientras celebraba misa mayor, en mayo de 1959.

Como titular de la parroquia de la Encarnación, Cánovas Bravo -que ha sido el segundo párroco con mayor residencia en La Raya- llevó a cabo una importante obra arquitectónica en el interior del tempo católico rayero en 1972, amplió su sacristía y adquirió un nuevo órgano para el coro. Pero también organizó su archivo parroquial, descubriendo el recibo de compra de la patrona del pueblo -la Encarnación-, obra del escultor Roque López, alumno destacado del imaginero Francisco Salzillo.

El presbítero fallecido era hijo de Pedro Cánovas Almagro y Josefa Bravo Soro, y en su pueblo natal era conocido como "Paco el del Rodeano". Como deudos deja a su hermanos Francisca -de la congregación de las Hermanas de la Caridad- y José Antonio -de la de San Juan de Dios-, así como otros familiares. DEP.

Foto: El Mirador de Alguazas.

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