Los andaluces empiezan a recibir los ordenadores del plan Escuela 2.0 que Valcárcel rechaza

SEVILLA (13 en. 2010). - Los niños de 5º y 6º de Primaria de un colegio público del polígono Sur, un barrio proscrito de Sevilla (en la foto), estrenaron ayer ordenador en sus aulas. "Esa sonrisa no tiene precio", afirmaba el director del centro, que lleva ocho años intentando motivar a sus 380 alumnos. No es casual que el presidente de Andalucía, el socialisa José Antono Griñán, eligiera este centro para la puesta de largo del plan Escuela 2.0, confinanciado por el Gobierno de España y las comunidades para digitalizar las aulas escolares.

"La educación nos hace libres, pero también iguales, y el ordenador es una herramienta de trabajo que garantiza la igualdad de oportunidades", afirma el presidente andaluz. Esta comunidad repartirá 173.595 ordenadores en centros públicos y concertados, y ha destinado 80 millones de euros al programa.

Murcia, Valencia y Madrid, comunidades gobernadas por el Partido Poplar, son las únicas que han rechazado el convenio con el Ministerio de Educación para inplantar en sus territorios el plan Escuela 2.0, impulsado especialmente por el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. Su excusa, que estos ordenadores de última generación generan miopía, es el hazmerreir.

En Murcia 15.000 escolares no podrán disponer de estos ordenadores que podrían haber recibido gratis y llevarse a su casa, para conectarse a internet y a las pizarras digitales de sus escuelas, con lo que esta comunidad autónoma ha perdido ya cuatro millones de euros procedentes de las arcas del Gobierno central.

El par de Ramón Luis Valcárcel en Andalucía, Javier Arenas, el presidente del PP andaluz que no se sabe ya cuántas elecciones lleva perdidas, empozoñó ayer aun más el Plan 2.0 al pedir "menos portátiles y menos demagogia".

Habrá que enseñarles a estos ayatolás del Partido Popular una simple función en cualquier ordenador. Para comprobarla, manténgase apretada la tecla de control y mueva la ruedecita que hay sobre el ratón.