MADRID (5 sep. 2009). – El Gobierno de España, presidido por José Luis Rodríguez Zapatero, prepara un recorte de 15.000 millones de euros en el gasto corriente del Estado para el año 2010 para afrontar con garantías el pago de la creciente factura por el desempleo y para no agravar el problema del déficit público.
Se salvarán de este recorte para tiempos de crisis los ministerios encargados de gestionar los principales gastos sociales y los de obra pública del ministerio de Fomento.
La salida de crisis será lenta en Europa y España llevará un año de retraso, atenazada por el paro y por un modelo económico en el que la especulación inmobiliaria y la práctica financiera asociada a la misma han abocado a esta crisis global que se despertó primero en Estados Unidos hace un año.
El gobierno socialista de Zapatero cuenta para ello con la mayor parte de los grupos parlamentarios en las Cortes Generales (Congreso y Senado), excepto el principal partido de la oposición –PP-, que utilizará toda su artillería en el tema de los impuestos como política electoralista para desgastar al ejecutivo.
Mejora la confianza del consumidor y la crisis puede ser menor en 2010. Quedan trimestres complicados, pero lo peor está quedando atrás, ha afirmado la ministra Elena Salgado. “Si pudiéramos seguiríamos bajando los impuestos como en la anterior legislatura, pero la situación obliga a tomar medidas para financiar los gastos a los que obliga la crisis”, ha subrayado la titular de Hacienda. La gran mayor parte de los impuestos se quedarán como están.
Por su parte el Banco Central Europeo (BCE) deja intacto el tipo de interés del dinero al 1 % y su presidente, Jean-Claude Trichet, ha alertado del peligro que supondría retirar las ayudas públicas.
También el mercado de la vivienda está emitiendo señales de recuperación y la caída de los precios, entre un 10 y un 30 por ciento, se está frenando. Sin embargo, el elevado stock de viviendas nuevas continúa siendo un lastre.
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