Posibles tormentas en el otoño que comienza, con temperaturas superiores en el Mediterráneo

Coincidiendo con los modelos de predicción del cambio climático, con 1,8 grados superior a la media, este verano ha sido el tercero más caluroso desde 1970 y el tercero más seco en el último siglo

MADRID / MURCIA (21 sep. 2009). – Aunque es posible que se registren lluvias intensas este otoño en el Mediterráneo, la estación meteorolótica que comienza mañana oficialmente será más cálida de lo normal, especialmente en las regiones mediterráneas, con temperaturas entre 1 y 1,5 grados centígrados superiores a los valores medios de esta época del año, según la predicción estacional de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

En el Mediterráneo se esperan otras entradas de masas frías hasta finales de septiembre, como las que entraron el pasado día 13, que provocaron un descenso de las temperaturas y tormentas. Toda la estación se verá afectada por “El Niño”.

En cuanto a la temida gota fría, “cuando el Mediterráneo se pone en marcha puede pasar cualquier cosa”, ha expresado el portavoz de la AEMET, Ángel Rivera.

El verano que termina ha sido extremadamente cálido en toda España y el tercero más caluroso desde 1970, sólo superado por los estíos de 2003 y 2005, con 1,8 grados superior a la media, coincidiendo con los modelos de predicción del cambio climático.

Las lluvias han sido un 30 por ciento inferiores a los valores normales, siendo también el tercer verano más seco del siglo veintiuno, por detrás de los del 2001 y 2005. Si bien se registraron algunas precipitaciones de cierta importacia en zonas, como en Cieza, y las de la última semana, con tormentas acompañadas de granizo.

La máxima del verano, en Alcantarilla

El mes de junio fue extremadamente cálido, con sorpresas como los más de 41 grados e Córdoba. En julio también fue bastante cálido y la máxima absoluta se registró en Alcantarilla (Murcia) el día 23, con 45 grados, que ha sido, además, la temperatura máxima del verano. Agosto ha sido el tercero más cálido desde 1961, sólo superado por 1991 y 2003. Desde la década de los sesenta no se recordaba una segunda quincena de agosto tan calurosa.

En la línea del cambio climático, cada vez los veranos serán más cálidos y las precipitaciones más irregulares en su distribución e intensidad.