Las supuestas imputaciones a Pujante parecen un fiasco / artículo de Chema Gil

PUJANTE, el diputado de IU aparece como potencial imputable en el contexto de la Operación Reciclaje. Hasta el momento, el trabajo del juez es más que criticable y el de la Policía Nacional deja mucho que desear, en lo relacionado –al menos- con Pujante, como ya comenté cuando fue detenido Miguel Navarro. El ex alcalde fue arrestado adoptando una medida que puede estar revestida de una meticulosa legalidad, pero carente de los visos de la proporción y de la necesariedad, máxime cuando para la 'chorrada' que se le imputa (que ya veremos en lo que queda) podría habérsele citado como imputado.

Una vez más, la Policía Nacional ha ido a cobrase unas cuantas piezas con campanillas para edulcorar un trabajo que hasta ahora se ha mostrado más que precario cuando se refiere a determinadas personas.

Esto que comento ya ha ocurrido en otras investigaciones en esta región, que después de meses llevan camino de convertirse en sonados escándalos policiales en los que los/as de las togas se llevarán algún 'pizcón' de porquería… ¿sí?, desde luego. Los jueces pueden ser, en sus actuaciones, legalmente escandalosos… ya repasaremos esas actuaciones de cara a la Feria de Septiembre.

Falsas sospechas

Lo que hasta ahora pretende el juez de Lorca y la Policía Nacional es que el TSJ impute a Pujante, diputado de IU, y es mi opinión que se pretende crear una causa sin base, sin indicios racionales en un asunto que, como ocurriera en el caso Ninette, la Policía Nacional ha demostrado una falta de pericia y seriedad, una escandalosa falta de profesionalidad a la hora de determinadas investigaciones contra muy determinadas personas construyendo incluso en sus informes un cúmulo de falsas sospechas que más parecerían indicar que se ha actuado maliciosamente que otra cosa.

Cuando quieran nos vemos en los juzgados y si no es cierto lo que digo, que me condenen, pero si es verdad… que algún fiscal o juez, de una puñetera vez, haga su trabajo, deduzca testimonios y abra diligencias, pero con intención de acabarlas algún día, porque entre jueces, fiscales y la inoperancia policial, este sistema judicial carga sobre las espaldas de los justiciables las dilaciones en los procedimientos, es una vergüenza inconmensurable, porque los daños causados a lo largo de este tiempo a esos justiciables, sean inocentes o culpables, no es más que la demostración de que estamos justo en la línea fronteriza de lo que es un simulacro de Estado de Derecho.

Pinchazos telefónicos

Llegado el otoño, algunos policías nacionales y jueces tendrán que sonrojarse cuando se conozcan cómo han hecho ciertos trabajos en los que han pesado más intereses espúreos que la búsqueda de la verdad. Habrá que recuperar diligencias que la Fiscalía ha tratado de obviar, pinchazos telefónicos donde hasta los jueces instructores quedan al descubierto en sus filas y fobias y, especialmente los murcianos podrán descubrir cómo funciona la Policía Nacional y determinados personajes que lucen las togas con puñetas.

Hasta la Justicia tiene ingredientes como para que los ciudadanos sientan asco y dudas razonables. Pondré un ejemplo… ¿Es de recibo que un catedrático de universidad, en cuyo espacio se organizan cursos para los que se contrata jueces, magistrados y fiscales… vayan luego y se encarguen de la defensa de gente que pasa ante esos mismos jueces, magistrados y fiscales…miren ustedes, eso puede ser muy legal, pero resulta bochornoso… a mí me parece vomitivo. Por eso digo que, como si fuera un hojaldre, ha pasado ya tiempo desde que la Justicia en Murcia fue sometida a depuración… hay que traquetearla nuevamente para que caiga la hoja seca y se oxigene; por eso el otoño parece un buen momento.

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