Antonio Botías lee el pregón de la semana santa de La Raya 2015. |
Vecinos en una panorámica del Día de hermandad rayera. |
Miembros de la Comisión de Fiestas de La Raya con otros vecinos. |
LA RAYA, Murcia (30 mar. 2015). - El inicio de los actos de Semana Santa en la pedanía murciana de La Raya ha coincido este año con el de celebración de la onomástica de su patrona, la Virgen de la Encarnación, este pasado fin de semana. El periodista, escritor y cronista oficial de Murcia Antonio Botías leyó la tarde del sábado el pregón en el interior de la iglesia parroquial, y al día siguiente se efectuó también la tradicional procesión del Domingo de Ramos, en la que los participantes acuden con palmas y ramas de olivo.
El pregón de Botías agradó mucho a los asistentes, al hacer un recorrido por la historia de las diferentes tallas religiosas que son sacadas en procesión por las calles del pueblo a hombros de los vecinos: San Juan, Nuestro Padre Jesús Nazareno, La Dolorosa o el Cristo en la Cruz, entre otras, pero también se refirió a la de la patrona, la Virgen de la Encarnación.
Con motivo de su onomástica, el 25 de marzo, se viene celebrando en el pueblo desde hace algunas décadas un acto consistente en una comida de hermandad, que se realiza en el campo de deportes del colegio, a base, sobre todo, de tradicionales paellas de arroz con conejo cocinadas por los propios vecinos.
Unos tres centenares de vecinos y vecinas de todas las edades, pero sobre todo jóvenes, han participado este año en este festejo organizado por la Comisión de Fiestas de La Raya en un ambiente de gran cordialidad.
Por su parte, Botías recibió como muestra de agradecimiento un pergamino de pregonero por parte de la Junta de Hermandades de Semana Santa de La Raya.
A pesar de haber sido invitado oficialmente, ni el alcalde pedáneo ni ningún otro miembro de la Junta Vencinal en su representación ha acudido a estos actos.
La Semana Santa de La Raya es particularmente conocida por la Bendición del Nazareno, una talla articulada atribuida a Nicolás Salzillo (1713), y de la que apenas existen una decena similares en España.
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