¿Hasta dónde puede alcanzar el desencuentro entre el pedáneo de La Raya y sus compañeros del PP en La Glorieta?

LA RAYA, Murcia (5 mar. 2014). - ¿Por qué la concejal Adela Martinez Cachá sacrificó en La Raya una fotografía inaugural como mandan los cánones a los que nos tiene acostumbrada la propaganda política oficial? Cuando hasta tres concejales llegan a ponerse de acuerdo para hacerse la foto de la inauguración de una simple parada de autobús turístico -como ocurrió ayer en la avenida Teniente Flomesta de la capital-, resulta cuando menos sospechoso o llamativo que la concejal de Medio Ambiente de Murcia no se hubiera hecho la propia en la inauguración de la flamante y colorista remodelación del parque infantil y de gerontogimnasia de La Raya, especialmente cuando ella ha sido la responsable de financiar dicha obra.

El caso es que el pasado viernes, 28 de febrero, pasadas las 10.45, el presidente de la Junta Municipal de La Raya y alcalde pedáneo, Juan Hernández García, del Partido Popular, acompañado de algún vocal de su junta, después de esperar en vano la llegada de la edil de Medio Ambiente, decidieron que el remodelado parque quedaba inaugurado oficialmente sin la presencia de la concejala, no precisamente en loor de multitudes, sino más solos que la una mientras el fotógrafo oficial hacía su trabajo recogiendo el testimonio gráfico de tan singular evento.

Las fuentes consultadas testimonian que el plante de la concejala Martínez Cachá en La Raya es consecuencia de las nada beatíficas ni acaso armoniosas relaciones del pedáneo rayero con sus jefes máximos y los asesores de éstos allá en La Glorieta. La cosa, pues, tiene su miga, aunque se desconoce hasta dónde pueden llegar las consecuencias de este desencuentro entre el responsable político del PP en La Raya con sus compañeros de partido en el Consistorio capitalino, un enfrentamiento en el que podría ser incluido también un hecho epistolar con marcados tintes xenófobos y racistas que provocó que a Juan Hernández le citaran en la Concejalía de Educación para llamarle al orden, y del que -también hay que decirlo- hubo de disculparse.

Así es la vida política, con sus luces... y sus sombras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

El comentario sera publicado tras su aprobación. Gracias.