La falta de 'ejemplaridad' de Valcárcel por su piso de la Gran Vía la pagará solo con una simple multa

Coincidiendo con el paso por el banquillo de los acusados de sus dos compañeros del PP, los expresidentes autonómicos de Valencia y Baleares, Camps y Matas

MURCIA (10 en. 2011). - Todavía no se sabe cuál será la cantidad, pero Ramón Luis Valcárcel, presidente de la Comunidad Autónoma y del Partido Popular (PP), será multado por el Ayuntamiento de Murcia, presidido por el secretario regional de su mismo partido, Miguel Ángel Cámara, por una obra ilegal, realizada antes de la aprobación definitiva de un plan especial urbanístico. La multa será el peaje para legalizar la obra, según el digital madrileño El Confidencial.

Lo que  viene siendo desde hace años la comidilla del todo Murcia, quiere ser acabado en un esperpento urbanístico digno de otros tiempos. Valcárcel pertenece a una "cooperativa" de pisos, valorado cada uno al terminar las obras en un mínimo de un millón de euros, situada en pleno centro de la capital regional: el antiguo edificio del Banco Exterior de España, en la Gran Vía Escultor Salzillo, número 9.

En la reforma de este edificio, contestada por los vecinos de casas colindantes, se han sobreelevado tres viviendas de 283, 219 y 170 metros cuadrados, que ocupan el espacio que anteriormente era terraza, cuarto de máquinas de ascensores y vivienda del portero, sumando así dos plantas habitables a las ocho que originalmente tenía el inmueble.

Y todo ello está casi terminado sin que anteriormente la Concejalía de Urbanismo de Murcia hubiera aprobado el necesario Plan Especial de Reforma Interior (PERI), que autorizara esas plantas habitables suplementarias en el edificio. La "ceguera" de esta concejalía murciana ha debido ser absoluta, pues las obras comenzaron hace tres años en el mismísimo corazón el casco histórico de Murcia.

La mayoría de la sociedad cooperativa promotora está formada por dos notarios, un magistrado de la Audiencia Provincial, un economista, un abogado, dos empresarios y tres médicos, además del propio presidente de la comunidad autónoma.

Al último pleno de la corporación municipal anterior a mayo del pasado año, el concejal Fernando Berberena (imputado antes de las elecciones de ese mes por el caso de corrupción urbanística Umbra), llevó el expediente de aprobación de ese PERI, que fue aprobado con la salvedad de imponer una multa por valor del 5% de la obra actualmente ejecutada a los propietarios de los áticos, uno de ellos el propio Ramón Luis Valcárcel, a través de la titularidad de su esposa, Charo Cruz, funcionaria de la Administración Regional.

En dicho pleno, el entonces concejal de Hacienda de Murcia, Joaquín Moya-Angeler, se abstuvo, puesto que también forma parte de tan "modesta" cooperativa junto a Valcárcel y otros conocidos prebostes de la sociedad regional, no directamente sino a través de sus esposas. Entre ellos está Josías Martínez Fajardo, ex concejal de Urbanismo en Lorca, de donde también procede el presidente de la cooperativa, Pedro Martínez Manzanares.

En el pleno también se abstuvo la concejala María Isabel Valcárcel, hermana del presidente regional. El resto de ediles del PP, incluido el alcalde, votó a favor del PERI. La oficina de prensa municipal informa de que todavía no se sabe la cantidad de la multa, puesto que está siendo evaluado el valor de la obra, que era ilegal hasta que el pleno aprobó el PERI.

La oposición (PSOE e IU) tiene puesto el grito en el cielo, convencida como está de que ese PERI no se puede aprobar porque el edificio que fue sede del Banco Exterior está catalogado y protegido por el Plan General de Urbanismo y por el Plan Especial del Casco Histórico Artístico (PECHA).

“Esto es una modificación a la carta que beneficia en exclusiva a unos determinados promotores en detrimento del interés general”, declara Marcos Ros, edil socialista y arquitecto, pues asegura que el PERI autoriza más edificabilidad de la que el PGOU permite en la zona. “El derecho no se puede utilizar a la carta: ese edificio tiene agotada su edificabilidad”, dice por su parte Esther Herguedas (IU-LV).

La pintada de arriba y referida a Valacárcel, llevada a cabo en la pared contigua a esa su nueva casa de la Gran Vía, en la parte de atrás, en la calle Pascual, de Murcia, fue publicada en su día por El Confidencial de Murcia. Estaba fresca aún y menos de 24 horas después la pared estaba remozada y limpia por parte de las brigadas municipales correspondientes para conjurar así, también, la más espontánea de las libertades de expresión pública en democracia.

¿Hacen las misma actuaciones con tanta prisa para la limpieza de los grafittis y pintadas en el resto de la ciudad?, se preguntaba entonces el citado digital. Y añadía: Recuerda la situación de Argelia antes de la independencia de Francia, cuando actuaban las brigadas de limpieza para tapar los grafittis en contra del régimen opresor del general De Gaulle.

El sátrapa de San Esteban ya no tolera, al igual que en la Rumanía de Ceaucescu, la más mínima crítica verdadera. La pareja Valcárcel hace tiempo que recuerda demasiado a la pareja rumana, de tan triste final por otra parte a manos de sus propios correlegionarios, se añadía en El Confidencial.

La pintada no descubría nada nuevo: Triplex en la Gran Vía por un millón de euros y un vehículo Audi de lujo de 300.000 euros, suministrado por el privilegiado Grupo Huertas. Pequeñas corruptelas en otra comunidad que premia electoralmente a sus políticos, a juicio de dicho blog. Si Valcárcel en lugar de 'popular' fuese socialista los medios de comunicación murcianos ya le hubieran tumbado hace mucho tiempo. No digamos cómo estarían las 'masas populares" despotricando en bares y cafeterías, mesas camillas y en plazas, calles y patios de vecinos. Murcia es así, para desgracia de una democracia honesta.