LA RAYA, Murcia (11 jul. 2015). - Más de 12.500 personas firmaron la petición de Virtudes Fenor, una madre de la pedanía murciana de La Raya que solo quería que su hija disfrutara de los mismos derechos que el resto de los niños. Su campaña de recogida de firmas ha durado dos semanas y ahora recoge los frutos de su esfuerzo, pues la Consejería de Educación se ha comprometido a solucionar su problema.
Su hija Marina tiene dos años y se alimenta a través de un botón gástrico. La culpa la tiene una parálisis cerebral que limita el desarrollo de la pequeña y le ha privado del reflejo de deglución, lo que no le permite comer y respirar al mismo tiempo. El problema tiene una solución: un botón gástrico conectado a su estómago con un tubo por el que se le administra el alimento y los líquidos. Pero esta situación desencadenó un problema mayor, Virtudes tenía que renunciar al derecho de comedor de la niña si quería escolarizarla porque esta forma de alimentación requiere de personal especializado.
Como tener que acudir al centro a administrarle ella misma el alimento era un escollo para la conciliación laboral y familiar de esta madre, inició la campaña en la plataforma 'change.org'. Una semana y media después de empezar su movilización Virtudes ya tiene la solución. “Me han asegurado que una persona de Astrapace acudirá cada día a la escuela infantil y suministrará el alimento a Marina tanto a las 12 como a las 15 horas”, comenta la madre. La Consejería tiene un convenio con Astrapace para atender este tipo de casos.
“No solo se le reconocen a mi hija sus derechos, además esto me va a permitir volver a trabajar y poder mantener a mi familia”. La escuela de San Basilio, donde la niña empezará el nuevo curso escolar, cuenta con un aula abierta para niños con necesidades especiales. Pero lo más importante es que Marina recibirá su comida en el centro, como el resto de los niños.
Fuente: La Crónica.
Su hija Marina tiene dos años y se alimenta a través de un botón gástrico. La culpa la tiene una parálisis cerebral que limita el desarrollo de la pequeña y le ha privado del reflejo de deglución, lo que no le permite comer y respirar al mismo tiempo. El problema tiene una solución: un botón gástrico conectado a su estómago con un tubo por el que se le administra el alimento y los líquidos. Pero esta situación desencadenó un problema mayor, Virtudes tenía que renunciar al derecho de comedor de la niña si quería escolarizarla porque esta forma de alimentación requiere de personal especializado.
Como tener que acudir al centro a administrarle ella misma el alimento era un escollo para la conciliación laboral y familiar de esta madre, inició la campaña en la plataforma 'change.org'. Una semana y media después de empezar su movilización Virtudes ya tiene la solución. “Me han asegurado que una persona de Astrapace acudirá cada día a la escuela infantil y suministrará el alimento a Marina tanto a las 12 como a las 15 horas”, comenta la madre. La Consejería tiene un convenio con Astrapace para atender este tipo de casos.
“No solo se le reconocen a mi hija sus derechos, además esto me va a permitir volver a trabajar y poder mantener a mi familia”. La escuela de San Basilio, donde la niña empezará el nuevo curso escolar, cuenta con un aula abierta para niños con necesidades especiales. Pero lo más importante es que Marina recibirá su comida en el centro, como el resto de los niños.
Fuente: La Crónica.
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