Brutal arranque político del año 13

MADRID (14 en. 2013). - El 13 de este siglo veintiuno ha tenido un arranque de año lleno de escándalos, que debilitan las instituciones y la política de la Democracia Española que comenzaron a gestarse hace ahora casi treinta y siete años, tras la muerte del dictador militar Francisco Franco. Desde la Corona española, encarnada en el monarca Juan Carlos I, hasta al Banco de España, pasando por los partidos o la patronal empresarial, todos están tocados. El 2013 ha tenido un arranque político brutal, al cumplirse el primer año de Gobierno Rajoy.

El cuatro de enero, quince días después de ser imputado en el caso Bankia, el que fuera gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, ha sido fichado por Telefónica, la empresa estatal que privatizó siendo ministro de Economía y vicepresidente del Gobierno Aznar (1996-2004), y cobrará 200.000 euros anuales como asesor para Latinoamérica de esta compañía multinacional española.

El día seis, los inspectores del Banco de España denunciaron a sus máximos responsables de esta institución supervisora monetaria por mirar para otro lado -es decir, fueron presuntamente negligentes o cómplices- de las irregularidades en las entidades financieras españolas antes y durante la crisis.

Ese mismo domingo, día de la Pascua Militar, el ministro de Defensa, Pedro Morenés, ligado directamente a los intereses económicos de las empresas armamentísticas, habla de "provocaciones", como si España no hubiera superado su secular y sangrante militarismo político. Palabras que fueron duramente censuradas por el PSOE y los nacionalistas catalanes y vascones.

Dos días después, el ocho de enero, el frentismo entre los nacionalismos español y catalán, representados por los partidos en el gobierno de Mariano Rajoy y Artur Mas, llevan a este a plantear una declaración soberanista -independentista o secesonista- en el Parlament catalán.

El pasado jueves, día diez, Diego Torres, socio del yerno del monarca español, Iñaki Urdagarín, airea correos que muestran que posee información que puede ser una "bomba" contra el titular de la Jefatura del Estado, el rey Juan carlos.

Y un día después, día once, en pleno escándalo por el descontrol en los Cuerpos policiales españoles por una serie de informes bluf que afectan a determinados políticos catalanes, se salda con la destitución del director general de la Policía, después de otras -y las que se esperan- en el ministerio de Interior.

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