Murcia, 29 jul (EFE).- El gobierno autonómico y las fuerzas democráticas murcianas muestran su condena más enérgica y rotunda ante el brutal atentado de la banda terrorista Eta contra la casa-cuartel de la Guardia Civil de Burgos, que podría haber terminado en una masacre.
Una furgoneta con 200 kilos de explosivos ha dejado un gran cráter en el suelo y ha producido numerosos daños en el edificio de catorce plantas y viviendas cercanas y ha originado medio centenar de heridos leves entre niños y mujeres alrededor de las cuatro de la pasada madrugada.
Se trata de intentar de nuevo intimidad a la sociedad española con una acción cobarde y repulsiva, que pretende imponerse a través de la fuerza y el terror, según el ejecutivo regional.
Tanto el gobierno autonómico como las fuerzas democráticas murcianas expresan su apoyo más firme a los familiares y miembros de la Guardia Civil y vecinos, víctimas de tan mezquina y cobarde acción terrorista, que se hace extensivo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado frente a la banda terrorista, y afirman que este acto criminal no quedará impune y sobre sus autores caerá todo el peso de la ley.
La banda terrorista nunca obtendrá ningún rédito político a través de la violencia, puesto que en un país como España nada se puede conseguir violentando la normalidad democrática. Todas las fuerzas políticas y sociales debemos seguir trabajando unidas y sin fisuras en ese objetivo prioritario, ha expresado en un comunicado la Comisión Ejecutiva del PSRM-PSOE.
El atentado se ha producido sin previo aviso. De los 46 heridos, 27 residen en la casa-cuartel, de los que trece son mujeres, nueve hombres y cinco son niños. Unos 38 heridos tuvieron que ser trasladados a centros sanitarios al sufrir fundamentalmente cortes y pequeñas heridas.
El cuartel de la Guardia Civil de Burgos era un objetivo de la banda terrorista Eta desde hace tiempo. Según el sumario elaborado tras la desarticulación del 'comando' Vizcaya, una operación dirigida por el juez Baltasar Garzón en julio de 2008, la banda había realizado informaciones sobre este cuartel.
El último atentado de la banda con coche bomba ocurrió en la noche del nueve de julio de este año frente a la sede del Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) en el municipio vizcaíno de Durango, donde causó cuantiosos daños materiales. La banda terorista cometió su último asesinato el pasado 19 de junio, cuando una bomba-lapa colocada en los bajos del policía nacional Eduardo Puelles acabó con su vida.
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