¿Cuál es la razón tan poderosa para la barbarie de entubar la acequia Pitarque?

La Acequia Pitarque, en El Esparragal, antes de su entubamiento y destrucción total. Las acequias murcianas siguen siendo arrasadas por los 'atilas' del Partido Popular. (Foto: ANTONIO AROCA).

MURCIA (9 ab. 2015). - Nos deben ustedes una explicación, sí, nos deben una explicación a los murcianos, a los huertanos y a los amantes de la huerta y de la naturaleza y del patrimonio cultural". Así comienza la carta que María Ángeles Sánchez Peñalver, miembro de la Asociación para la Conservación de la Huerta de Murcia (Huermur) ha enviado al todavía alcalde de Murcia, Miguel Ángel Cámara, y al presidente de la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia, Sigifredo Hernández, para exigir respuestas por el entubamiento de la acequia de Pitarque, en El Esparragal.

"¿Cuál ha sido, señor alcalde y señor presidente de la Junta de Hacendados, el estudio, el proyecto, las razones para cometer tal barbarie como es el entubamiento de nuestras acequias y en concreto la de Pitarque? Acometer semejante obra, eliminar un ecosistema ambiental, sepultar un sistema de regadío tradicional que ha estado a la vista cientos de años..., acabar con el paisaje singular de nuestra huerta debe haber obedecido a razones muy poderosas, que me gustaría conocer", se indica en la misiva.

Sánchez Peñalver pregunta: "¿Han hecho un estudio ambiental? ¿Han hecho un estudio de ingeniería? ¿Ha sido acaso un estudio que valore el patrimonio cultural? ¿Quizás el estudio ha sido económico? Probablemente de dinero se trate. Ahora que estamos en época de bonanza al parecer la Junta de Hacendados tiene mucho dinero para tubos, y el ayuntamiento de Murcia, que está boyante, financia las obras (claro que veremos el empresario de las palas cuándo cobra y si cobra)".

"¿Cómo es que la Junta de Hacendados tiene tanto dinero? Porque los tubos llegan al carril como churros. ¿Deben valer una pasta? Señor Sigifredo, ¿de dónde ha salido todo ese dinero? Nos debe una explicación, sí, porque se escucha por ahí hablar de negocios sucios con el agua, con el agua limpia, y eso no suena nada, pero que nada bien".

"Así que nos deben una explicación –añade María Ángeles Sánchez Peñalver– sobre los estudios previos realizados, que han concluido con la decisión de entubar y sepultar nuestras acequias. Estamos esperando esa explicación. ¡Aunque mucho me temo que difícilmente nos van a convencer o nos van a engañar, aunque lo intentan una y otra vez! También nos debe una explicación sobre el modo tan peculiar de ejecución de esta obra (y me refiero ahora al caso que conozco muy de cerca), modo peculiar digo porque no han avisado a los vecinos colindantes a la Pitarque, a los regantes. Simplemente el día 9 de marzo comenzaron a llegar tubos al carril Pitarque, y a continuación dos palas y desde ese día hasta hoy mismo, un mes después, no se ha parado ni siquiera las fiestas de guardar, y trabajan a destajo hasta de noche porque hay mucha prisa".

Más preguntas e insultos

También pregunta María Ángeles Sánchez Peñalver por qué no han avisado a los regantes, a los que pagan su cuota a la Junta de Hacendados, del Juntamento, para tomar la decisión de entubar, por qué no han avisado del corte de agua a los regantes y por qué hay tanta prisa. "Quizás porque saben que legalmente se les puede parar. Porque no cumplen nada de nada de esas leyes que se les exige a otros... ¿Por qué fui llamada H. de P. de no sé qué partido, simplemente porque eché fotos a los tubos el primer día cuando los vi en el carril? ¿Por qué fui increpada cuando paseaba con mi novio haciendo fotos a la acequia? ¿Por qué fue echado de allí a un chico que grababa un vídeo? ¿Por qué se asustaban tanto al ver una cámara esos primeros días? Voy a responder yo: porque sabían que podíamos pararlos, sabían que no estaban haciendo las cosas bien... ni bien ni medio bien".

"Tristemente para la acequia y para la huerta, como no hemos hecho nada de nada, ya se han acostumbrado a las cámaras y ahora hago fotos a pie de obra porque por no cumplir, no cumplen medidas de seguridad, ni de prevención de riesgos laborales ni nada de nada. ¡Ahora ya se han acostumbrado a mi cámara y ya no se asustan!", añade.

María Ángeles Sánchez Peñalver continúa: "Señor Sigifredo, es triste ver cómo desaparece de nuestra vista el agua, el agua que tanto apreciamos los murcianos, y desaparece también todo un ecosistema lleno de vida, necesario, que además alegra la vista y hace nuestra huerta más bella. Es muy triste y es de juzgado de guardia señor alcalde que se dediquen fondos públicos a destrozar nuestra huerta y sin embargo las casas de los huertanos no dispongan de alcantarillado ¡Es una pena que el sentido común sea el menos común de los sentidos. Porque, señor alcalde, esto que usted está haciendo no se le ocurre ni al que asó la manteca. ¿Sabe usted, señor alcalde, que en otros sitios (por ejemplo Benamaurel, en Granada) están recuperando antiguas acequias, las están cuidando, manteniendo, repoblando con árboles, las están mimando y poniendo bonitas para mostrarlas al mundo? Y en otros sitios también".

"A eso que usted, señor Sigifredo, le llama ir hacia atrás otros le llaman dar valor a lo bueno que hay en su tierra, incluso mejorarlo para mostrarlo al mundo. Entrevístese usted, señor Sigifredo, con el responsable de la comunidad de regantes de Benamaurel, y verá cómo hay otro modo, otro modo mucho más respetuoso con el entorno ambiental, con el paisaje, y con el patrimonio cultural".

"Con el dineral –sigue la carta– que se están gastando en tubos y palas hay para dar trabajo a muchas personas que estarían encantadas de ganarse un jornal colaborando al mantenimiento y embellecimiento de nuestro paisaje y de nuestra huerta. Y sería la nuestra una huerta risueña, como dice la canción. Y sería una huerta, señor alcalde, para enseñar al mundo. Para ponerla en valor, no para quitárselo como está haciendo usted con esos tubos. Y todos a celebrar el Bando de la Huerta, a bombo y platillo, cuando lo que deberíamos celebrar es el Bando de la Muerta, porque están matando y sepultando las acequias y eso significa que nuestra huerta muere. Entre tubos, asfaltos, chalets impresionantes de cemento y balaustradas, nuestra huerta ya dista mucho de ser una preciosa y risueña huerta".

Alguien bueno no entuba acequias de esta forma tan salvaje

Y prosigue la carta: "Así como la Junta de Hacendados dista mucho de ser un Consejo de Hombres Buenos. Por sus actos los conoceréis. Estos días he presenciado a uno de sus procuradores pronunciarse ante un regante que exigía una explicación de por qué no se le había avisado de que cortaban la acequia y no podrían regar, y desde luego bueno no sé si será tal procurador, pero lo que está claro es que la educación no la tiene ni la ha conocido, pues no sólo no le sacó de la duda, sino que encima le agredió verbalmente, y hasta dijo por su boca: que él si tenía sed y tenía que robarle el agua a su vecino se la robaba... ¡y se quedó tan a gusto! Yo desde luego no quisiera ser vecina de tal persona 'buena'".

"¡Estoy indignada señor alcalde! Porque nunca había visto una barbarie tan cerca, algo tan disparatado y tan nefasto para nuestra huerta, para Murcia, para el medio ambiente con la venia ni más ni menos que del Ayuntamiento, que se supone que ha de velar por sus ciudadanos y sus 'güertanos'. Tristemente, señor alcalde, a los hijos de sus nietos, quizás también a sus nietos, haya que mostrarles lo que era una acequia en fotos. Si quiere le paso algunas de las miles que he hecho a la Pitarque, mientras asistía desconsolada e impotente a su entubamiento".

"Sólo deseo que no sigan gobernado personas con tanta falta de sensibilidad hacia la huerta, hacia nuestro patrimonio ambiental y cultural. Y me refiero con esto tanto a usted señor alcalde como a todos y cada uno de los miembros de la Junta de Hacendados. Deseo que esa Junta sea realmente un Consejo de Hombres Buenos y que tenga un mínimo de sensibilidad. Porque alguien bueno no entuba acequias de esta forma tan salvaje y sin razones contundentes. Una murciana indignada, amante de la huerta, de la naturaleza y de nuestro paisaje", concluye la misiva.