El PP le toma el pelo a los murcianos con el trampantojo de sus huertos de ocio / por Al-Rayat

LA RAYA, Murcia (22 jul. 2009). - Increíble, pero cierto. El Ayuntamiento de Murcia que regenta el secretario general del Partido Popular de la Región de Murcia (PPRM), Miguel Ángel Cámara, sigue tomándole el pelo a los murcianos a través de su concejalía autodenominada de Medio Ambiente y Calidad Urbana. Ha abierto un sorteo para que dieciséis jubilados o prejubilados puedan utilizar durante un año unas parcelitas a las que les llama “huertos de ocio”, que dispondrán de riego con agua no potable.

Dichas parcelas de titularidad municipal se encuentran en el jardín de Ronda Sur, junto a la calle Pintor Almela Costa, y en Sangonera la Verde. Cada una es de un cuarto de tahulla aproximadamente y, según el consistorio en manos de la derecha murciana, se trata de un proyecto que “permite mantener el paisaje agrario” y “servir de espacios divulgativos con la mejora del conocimiento sobre el origen y la evolución de la huerta”.

Y ello lo dice el mismo consistorio que, en connivencia con el gobierno regional en manos de su mismo partido y la Junta de Hacendados, se está cargando sistemáticamente las acequias medievales de la tradicional huerta murciana a través de su cimbrado, así como la destrucción de otros elementos arquitectónicos y vegetación autóctona unidas al singular y milenario sistema hidráulico murciano.

Hemos de creer que los destinatarios de estas parcelitas de ocio serán residentes en la capital de esta autonomía, porque ya los jubilados de las pedanías de la huerta se las desean para poder mantener vivos los árboles de sus huertos cuando por las obras de cimbrado de tales acequias o el negocio privado de la construcción de pisos sobre dominio público hidráulico se ciegan sus brazales, como ocurre en la pedanía de La Raya, con ostentórea connivencia con sus alcaldes pedáneos en las filas de su mismo partido.

Lo peor de todo esto es que Cámara, como artificiero de esta “genial idea”, estará convencido de que con sus parcelitas de ocio se mejorará el “conocimiento sobre el origen y la evolución de la huerta”. Es decir, de ser un espacio histórico y natural a ser convertido en un trampantojo. En esto tampoco nos equivocamos el resto de los mortales que mantenemos los ojos abiertos ante el vandalismo oficial de los gerifaltes de la derecha murciana.