Al alcalde le nace un bebé / por García Martínez

MURCIA (23 jun. 2009). - El periodista García Martínez utiliza hoy en su columnia diaria "La Zarabanda" del diario La Verdad el caso del supuesto abandono de un bebé en un bar de la pedanía murciana de La Raya para no se sabe qué lametazo a sus admirados amigos del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Murcia, que se reproduce a continuación:

"Me entero por los periódicos de que el alcalde de Murcia -por si no tenía bastante con los aparcamientos y Samper- ha tomado en adopción a un bebé de un mes. Eso habla a su favor, porque, tal como están las cosas, los matrimonios y asimilados no pasan de la parejita. Se trata de una historia dramática que nos da idea de lo mal que anda la sociedad de consumo, aunque consuma poco. Pero, además de dramática, es rocambolesca, pues no se sabe bien qué se esconde en el fondo de la cuestión. La niña fue entregada a una camarera de La Raya. Y la autoridad decidió hacerse cargo de la criaturica.

Un alcalde con excelencia tiene que estar para lo bueno y para lo malo. Aunque, bien mirado, hacerse cargo de esta pequeña, servidor lo ve como algo estupendo. No hay color, como se decía, entre cuidar a un policía municipal o a una cría desasistida. Cámara ya lo sabe, porque tiene hijas, que de seguro van a recibir con alborozo a su nueva hermana. Lo que no puedo asegurar es cuándo le vendrá la leche al primer edil. Hubiera sido más fácil si el alcalde fuera alcaldesa. Por ejemplo, la portavoz del PSOE, María José Alarcón, que ya ha criado con éxito. Pero, en fin, si no le viniera a sus pechos el alimento, Cámara tiene poder suficiente para convencer a la Matrona que luce en el Almudí, para que se ocupe de darle la teta como sólo ella sabe hacerlo.

Pero estoy preocupado. Si la recién nacida ha de vivir entre las cuatro paredes del Ayuntamiento, ¿qué clase de monstruito vamos a fabricar? Como empiecen a llevarla a los plenos y a las comisiones, terminarán destruyéndola Y ya, si la meten en el cirio urbanístico, aun cuando Berberena es muy cariñoso, el resultado de la adopción sería lamentable y sin posibilidad de arreglo. No me la lleven a los cenorrios oficiales, ni me la vistan de municipala para tomar la Primera Comunión. Háganme favor.

-¿Y por qué se toma usted a broma toda esta mecánica?

-Pues por no llorar, hijo, por no llorar."