LA RAYA, Murcia (20 sep. 2011). - La Raya sería una de las diecisésis pedanías que vería modificada la extensión y límites de su término de aprobarse por la Comisión de Pleno de Sostenibilidad, Urbanismo y Asuntos Generales del Ayuntamiento de Murcia el informe-propuesta que le ha elevado la concejalía de Contratación y Patrimonio, tras las gestiones realizadas por la de Descentralización, según publica hoy el diario La verdad.
Uno de los motivos fundamentales en los que se basa el informe para proceder a este cambio de lindes pedáneos en el municipio murciano está basado en la eliminiación de meandros del río Segura llevada a cabo hace dos décadas y la de algunas acequias y azarbes. Rincón de Beniscornía perdería terreno de un meandro a favor de La Raya y La Ñora a favor de Puebla de Soto. De esta forma quedarían alterados los límites de estas, al igual que los de Rincón de Seca y de La Arboleja, todas ellas ribereñas del Segura. La foto señala en negro el antiguo cauce del Segura a su paso por La Raya.
Dicho informe señala que algunos de los lindes actuales de las pedanías murcianas, que son de "tiempo inmemorial", son "imprecisos" y que se trataría de un cambio "insólito", según el concejal Cosme Ruiz, que tendría efectos catastrales, postales y de empadronamiento de sus vecinos, que verían así alterado el acceso a servicios como los de Salud y Educación. Por su parte, el concejal Cristóbal Herrero ha señalado que actualmente se da alguna situación "curiosa e incluso cómica" por los actuales límites pedáneos del municipio.
La actual extensión del término pedáneo de La Raya, situado a unos 55 metros sobre el nivel del mar, es de unos 2,901 kilómetros cuadrados, limitando al norte con Rincón de Beniscornia y La Ñora; al este, con Rincón de Seca; al oeste con Puebla de Soto y, al sur, con Nonduermas. Su población es de 2.404 habitantes, según la memoria estadística del Ayuntamiento de Murcia para 2008.
El plan contra las avenidas del río Segura llevado a cabo hace dos décadas eliminó dos meandros de distinta longitud que afectaron al término de La Raya. El mayor, situado en el margen izquierdo, produjo a la vez un nuevo cauce que dividió en dos al Soto de esta pedanía, mientras que el segundo ha creado en su margen derecho una extensión en la que se construyó un espacio verde y un campo de fútbol. Este es propiedad de la Confederación Hidrográfica del Segura, así como el cauce y márgenes del río que formaban tales meandros.
Probablemente, el término de La Raya se limitara por vez primera a principios del siglo XVIII, cuando esta pedanía se constituyó en Lugar de Realengo, y pudo haberse también delimitado durante la pervivencia del Ayuntamiento Constitucional de La Raya y Puebla de Soto durante el Trienio Liberal (1821-1823), coincidiendo con la abolición definitiva de los mayorazgos y otras instituciones del Antiguo Régimen.
A mediados del siglo XIX, el trazado ferroviario Chinchilla-Cartagena y el de la carretera N-340, que une Murcia y Alcantarilla, significaron las otras grandes obras públicas que modificaron el ecosistema de esta zona de la milenaria huerta murciana, relegando a un segundo plano de nivel interlocal el también Camino Real de Andalucía, que unía Murcia con Lorca y Granada, y que desde la época romana hasta entonces supuso la principal vía de comunicación que la atravesaba y que hoy está identificada en este tramo como carretera B-4.
En el futuro, el término municipal de La Raya se verá afectado por un nuevo vial que unirá la A-7 a la atura del monasterio de los Gerónimos con la circunvalación MU-30, que la Gerencia de Urbanismo de Murcia inició hace uno año.
Pero el mayor despojo de la historia perpetrado contra la pedanía murciana de La Raya es el entubamiento y consiguiente destrucción de su milenaria acequia Alfors o Puxmarina y el ecosistema y bienes inmuebles a ella asociada, como el propio Molino de Puxmarín, llevado a cabo por la Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia con la connivencia del Ayuntamiento de Murcia y la Consejería de Agricultura, instituciones todas ellas en manos del Partido Popular, y que supuso un gasto que superó 1,1 millones de euros. Dicha actuación fue denunciada hace un año ante la Fiscalía Especial de Medio Ambiente del Tribunal Superior de Justicia de la Región de Murcia, por la presunta comisión de varios delitos, como el de prevaricación, falsedad documental y fraude de subvenciones de la Unión Europea.
Otro de los aspectos nefastos de la Administraciones regional y local y de la propia Junta de Hacendados de la Huerta de Murcia es el abandono de los cauces de sistema tradicional de riegos y su negligente actuación y desidia ante casos flagrantes de apropiación indebida de los mismos para beneficio particular, como es el caso del estrechamiento del cauce hídrico más antiguo de esta zona de la huerta murciana y que integraba el amplio cono de deyección del prehistórico delta que formaba la desembocadura del río Guadalentín en el río Segura a la altura de Rincón de Seca y Funes. Estamos hablando de lo que conocemos como Camino Hondo, vestigio milenario del que los huerticidas deberían quitar sus manos y su cemento.
Si se ve el plano en http://195.57.119.201/upload/planos/10000_tr_02_ene08_no.jpg pienso que es La Raya la que pierde territorio en favor de Rincón de Beniscornia.
ResponderEliminarOtra cosa, muy bien la descripción sobre los daños que está haciendo en la Huerta de Murcia, como en La Raya, la Junta de Hacendados con la permisividad del ayuntamiento del Partido Popular que tan masivamente votan la incultura de la gente, sobre todo en La Raya que es tierra tradicional de fachas.